Bodas Celestiales – Arcángel Miguel

Soy Mikaël, Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales. Querría, antes del de inaugurar la primera transmisión de radiación de presión del ultravioleta, aportarles, a ustedes aquí presentes y a todas las conciencias humanas unidas en lo que yo llamo Bodas Celestiales, traducirles toda la gratitud de las distintas entidades espirituales, de las distintas entidades de Luz, de las distintas entidades personificadas de los mundos no disociados de tercera dimensión. Deseo precisar que no estoy solo. Que, de la misma forma, ustedes no están solos. Nuestra intervención y mis palabras se desarrollarán durante el tiempo anunciado. Aprovecharía de este tiempo anunciado para abrir tres espacios de nueva información y completamente inédita relativa al alma humana, su pasar a ser, y también su historia.

Bien amados Maestros, ya que he aquí lo más grande de las revelaciones que yo tenga que darles, aquí en mucho tiempo, antes de vivir estos ciclos de esta humanidad disociada, antes de hacer la experiencia de la disociación, eran todos, sin excepción, de los seres de pura Luz que habían decidido, como consecuencia de un impulso comunicado por los Señores del Karma y también por algunas entidades que llaman Arcángeles, como yo, participaron, con un sentido de sacrificio inaudito, en la ascensión, a la transformación de la materia hacia un futuro. Eso fue hace mucho tiempo. Ustedes aquí ahora de regreso, en este tiempo, en su encarnación, en lo que yo llamo las Bodas Celestiales. Las Bodas Celestiales durarán 12 semanas. Durante estas 12 semanas el conjunto de sus potencialidades vinculadas a su historia, vinculadas con su Fuente y vinculadas con su pasar a ser, aparecerán cada vez más claramente en sus conciencias manifestadas.

Les anuncié, en mi primera llegada, que en este año de un período de 16 meses, anunciado como un período de des-construcción, que este período de des-construcción es el preliminar necesario para sus reencuentros con la Luz. El período de des-construcción que, a partir de esta noche, entrará enteramente en actividad sobre este planeta y sobre el conjunto de este sistema solar. No es ni un castigo, ni una recompensa pero es una justa vuelta de la Luz que firma el final de la disociación y el final de la experiencia de la encarnación. Ahora, les pido prepararse internamente a los momentos que van a seguir. Durante el conjunto de este período que se nos asigna vamos a transformarlos de Portadores de Luz en Sembradores de Luz.

Son, en este mundo, las semillas de eternidad en que se va arraigar, se va apoyar y desarrollarse la nueva vida en la nueva dimensión. Sin embargo, el papel de Sembradores de Luz es un papel de despertar y de despertador, no ustedes, sino de la totalidad de los Amos aún dormidos, engañados por los juegos del ego y los juegos de la disociación, que aún no han revelando su potencial. Las efusiones de energía, las efusiones del ultravioleta que yo relace, así como los Cónclaves, los Cenáculos, los Concilios, van a permitirles, durante estos períodos, en este período, como en los períodos posteriores, hacer desaparecer completamente los velos de la ignorancia, los velos de la separación y los velos de la ilusión. La Luz viene a encenderse, viene a revelar. Así pues, la Fuente (o Padre, si prefieren) les había hecho el juramento, como ustedes le hicieron el juramento. Los niños de la Unidad, de los niños de la Ley de uno y con es esto que, ahora, entra en manifestación. Mi intervención comienza.

… Efusión de energía…

La transmisión de la presión de la radiación del ultravioleta durará, como se anuncia, 72 minutos. Dentro de este período yo produciré en tres ocasiones, durante un tiempo relativamente corto, con el fin de darles, de revelarles la verdad en cuanto a lo que es, por su parte lo que era y por su parte lo que va a pasar a ser. La revelación de la verdad es posible por la acción de gracia, por la Comunión entre sus conciencias y nuestras conciencias, por decreto de la Fuente y por la Voluntad de Bien de la Luz. A cada una de mis intervenciones, así como de otros participantes, a ustedes los comprometimos a que se volviera hacia el interior a fin de ignorar la de-construcción del mundo ya que la solución, la clave de su historia, de su alma, no puede encontrarse más que en el interior de ustedes, en el momento en que hizo callar toda la dualidad y la manifestación que ocupa su conciencia de personificarse. Son peregrinos de la eternidad, son peregrinos de la Unidad y son, lo repito, los enormes Maestros que habían hecho el sacrificio del olvido de su Divinidad con el fin de probar y realizar que era posible, incluso privados de la Fuente y la Luz, volver de nuevo a la Luz.

Los de entre ustedes, en el mundo, que han decidido adjuntarse en este momento, en este día y más en particular, van a avanzar a grandes pasos hacia el camino de su auto-realización. En este sentido, yo llamo a estos períodos que van a vivir, y al período que viven, Bodas Celestiales. En efecto, se trata de momentos de alegría extrema, alegría última, alegría esencial que ningún acontecimiento exterior debe opacar. La fuerza reside en la revelación de vuestra Luz. Su fuerza reside en la transmisión de esta Luz. Así van los mundos. De la misma forma, en una asamblea y en reuniones espirituales múltiples, resultantes de nuestras distintas dimensiones unificadas; venimos a su encuentro.

Venimos a regar vuestra Fuente. Venimos a restablecer la conexión a vuestra Unidad, Divinidad y Control. Más allá de lo que ustedes se atreven a imaginar y espear. Eso debe decirse. Eso debe realizarse. Eso debe revelarse. Y eso debe manifestarse. El control, la ascensión, la Luz, están exactamente en lo que es. La ilusión, creada por su juramento, finaliza irremediablemente en este día. Obviamente, las Luces aún no reveladas, las zonas de Sombra proyectadas a medida de sus encarnaciones en este espacio que llaman Tierra, no van a desmayarse de la noche a la mañana. Cualesquiera que sean los acontecimientos vinculados a mi Presencia, en este sistema solar, cualesquiera que sean los acontecimientos vinculados a las irradiaciones de Luz, a la presión de la radiación del ultravioleta, debe conservar al espíritu que la verdad última de lo que es y de lo que va a descubrir, por fin, sobre su dimensión real, sobre su Unidad real y sobre su poder creativo absoluto como Co-creadores de este universo particular.

Así pues, almas humanas en encarnación, saludo en ustedes la gracia y la potencia de su viaje. Saludo en ustedes compañeros de viaje que eligen avanzar en la separación y la división con el fin de reforzar su Luz interior. Hoy, a través de esta efusión, esta radiación del ultravioleta, se les ofrece su vuelta a su verdadera realidad. Cualesquiera que sean los acontecimientos de sus vidas materiales, personales, cualesquiera que sean las alegrías o las molestias que pueden ocurrir en este período de de-construcción, no olvide nunca su Divinidad, su control, su verdad y su Unidad. La única verdad que deben guardar conscientes en su espíritu, en su conciencia, es ésta: son niños de la Ley de uno, son niños del Eterno, son pura Luz. Sólo los velos vinculados a su juramento, queridos, por una determinada necesidad evolutiva, condujeron a la Tierra a este estado de división, de separación que vive y vivirá cada vez más afuera. No deplora. Sean satisfechos de los seres de Luz que son. Satisfechos de retransmitir lo que reciben de nuestros Cenáculos, nuestros Cónclaves y nuestras reuniones. Va a convertirse en transmisores de la Luz después de haber revelado su dimensión. Las Bodas Celestiales corresponden a reencuentros celestiales y cósmicos. Eso se traduce en la desaparición total e irremediable de los velos que los aislaban en esta dimensión. Van a encontrar una situación que es digna de vuestra dignidad. Sin embargo, no juzguen nunca a aquéllos de entre ustedes que tendrán aún que vivir la experiencia de su separación y la separación. Son tan evolucionados y respetables como ustedes. Son la misma Luz, la misma verdad y la misma Fuente. Sin embargo, algunas características de su Luz interior no permiten revelar ésta en este final de ciclo. Se les pide urgentemente no juzgar, no llevar mirada, lo que sea, pero simplemente de seguir gustosos, a irradiar la Luz de la cual son los Portadores. Esta es la única condición absoluta para encontrar la totalidad de lo que está, a través de las efusiones, a través del ultravioleta, a través de los rayos de Luz que retransmitimos desde la Residencia de Paz Suprema: Shantinilaya.

Poco a poco les volverá la memoria de lo que está, durante estas 12 semanas de Comunión y Bodas. Los velos de  ilusión, los velos de  separatividad se retirarán de  uno. Se convertirán en los Sembradores de Luz que sembrarán la nueva Tierra y los nuevos Cielos. Satisfechos de vivir eso. No pretendan interferir, de ninguna manera, con sus hermanos quienes, cualquiera sea la causa, habrán elegido volver de manera temporal la espalda a la Luz ya que, yo les garantizo, que son exactamente los mismos que ustedes pero, por razones que les son propias, tienen necesidad o tienen deseo de reforzar más aún su control ascendente. Así como lo dijo Cristo: «no juzguen». Disfruten de irradiar la Luz de estas Bodas que vivimos. Satisfechos de dedicar 72 minutos de cada semana a estas Bodas. Los invitamos, con toda la potencia de nuestro amor, a sumarse cada vez más a esta efusión de Luz particular que viene a ustedes, para ustedes, y también para el conjunto de las formas de vida presentes en la superficie y el interior de este sistema solar.

La confianza y el abandono que manifestará hacia esta llamada de la Luz, hacia estas Bodas celestiales, les dará alegrías, un estado interior, que ninguna satisfacción material que conocen puede siquiera igualar. La Fuente de la alegría corresponde a estos momentos privilegiados de fusión. La fuente de la Luz viene a despertar y despertar su Fuente. El papel de la Fuente es el de irradiar, de alimentar y de encender. Esto va a convertirse en vuestros papeles, bien queridos Maestros de luz. Esta es la primera parte de mi revelación. Vamos a permanecer algunos momentos en el silencio a fin de acoger la ola de la radiación que se intensifique ahora.

… Efusión de energía…

Amados humanos en encarnación, queridos Maestros de Luz, les anuncié que, durante este año y una parte del que viene, van a pasar de un Gobierno humano a un Gobierno espiritual, lo que significa que van a pasar de un poder humano a un poder espiritual. El poder humano vinculado a la personalidad, vinculado con el ego, vinculado con la sociedad, debe ceder ante el poder espiritual. ¿Qué es el poder espiritual? Es la influencia directa de la conciencia de la Luz en su conciencia luminosa. Ésta se expresa sin pasar por sus herramientas habituales. Requiere la total supresión de todo rastro en ustedes de poder humano, cualquiera sea y, en particular, el poder humano ejercido, de manera controlada o no, sobre otro ser humano. Siendo un ser de Luz, ningún otro ser de Luz puede imponerle su voluntad, su deseo o su forma de persuasión. Solo el abandono a la Luz que es el poder espiritual debe llevar y dirigir sus vidas. A partir del momento en que habrán comprendido, habrán integrado y habrán comenzado a vivir eso, se darán cuenta que la Luz crece en ustedes. ¿Qué pasa cuándo la Luz crece en ustedes? Se convierte en seres de alegría. Se convierten en transmisores de Luz. Se darán cuenta mientras que las emociones, señales de la actividad del ego humano, se reducen progresivamente y desaparecen para dejar lugar a un estado de gracia o un estado de alegría interior, independiente de sus propias emociones e independiente de sus propias circunstancias de vida.

Resumidamente, su control se les revelará a ustedes. El control no es el poder. El control  no es la dificultad. El control es el abandono y la liberación tomada. El control es también la confianza que pondrá a vivir, con nosotros, estas Bodas Celestiales durante el período de 12 semanas que verán las de-construcciones  intensificarse a un nivel que no pueden, ahora, imaginar. En eso, deben desarrollar la confianza, la total confianza en nuestra contribución, en nuestros informes y en nuestros contactos ya que la Luz no puede implicar ningún mal, ninguna desarmonía en los que la aceptan.

Obviamente, durante este período corren el riesgo de vivir lo que llaman, en su lengua: eliminación. No concedan ninguna importancia a eso. Siéntanse satisfechos de recibir la Luz y retransmitirla. Esto es vuestro camino. Esto es una verdad esencial. Se nos ha separado siempre allí, ustedes por los velos de la ilusión y por los velos de la disociación. Este estado de hecho finaliza, completamente. Es decir, la Luz, la ayuda de otros seres luminosos que están personificados en alma humana, están a su disposición, a sus lados para acompañarlos (por su vibración, su presencia, su potencia, su radiación) a ir completamente hacia su Templo Interior, en su seguridad interior y en el ser de Luz que son. Pueden, y deben, recurrir a nosotros. Cuando digo «nosotros», me refiero tanto a mí presencia, mi radiación como la presencia y la radiación del conjunto de Melchizedech, del conjunto de los Ángeles del Señor y del conjunto de las energías Arcangélicas. A través de vuestro pedido, reforzarán las Bodas Celestiales. A través de la demanda, reforzarán la reunión con vuestro control, reforzarán vuestro abandono a la Luz. Amados humanos en encarnación, esto es la segunda verdad. Vivamos ahora un segundo nivel de efusión.

… Efusión de energía…

Amados humanos en encarnación, bien queridos Maestros de Luz, la desaparición de los velos de la ilusión y de la separación les permitirán vivir en conciencia su futuro y su pasar a ser ya que, al ir de un determinado límite máximo de despertar de la Luz en ustedes, la ilusión del tiempo desaparece. La desaparición de la ilusión del tiempo les permitirá comprender que la ascensión es una transición y no una muerte ya que, en la transición de la ascensión, no se tiene olvido pero, al contrario, un despertar total. Algunas imágenes, percepciones, sensaciones se les revelarán a su conciencia despertada y les mostrarán su pasar a ser en tanto que ser de Luz, en tanto que seres de Cristal o en tanto que seres de Diamante, según su dimensión previa pendiente en la separación. Estas visiones, estas percepciones, estas sensaciones les permitirán hacer crecer la fe en su futuro de Luz cualesquiera que sean los acontecimientos desagradables que sus percepciones humanas, que sus sentidos humanos, les darán a ver. Lo que deben considerar, simplemente y de manera justa, como acontecimientos vinculados a la penetración de la Luz, en las capas más densas del humano y de la Tierra.

Ninguna fuerza, repito, ninguna fuerza opuesta a la Luz puede oponerse a la Luz. La Luz es lo irremediable; único vencedor de la ilusión y de la vida. El resto no son más que proyecciones de miedo, de aprehensión y de angustia. Ciertamente lógicos, comprensibles y aceptables, al menos mientras ustedes no se incorporan a la fuente de Paz Suprema que está en vuestros corazones. Comprenderán, y vivirán, lo que es (de manera intermitente, como en un sueño y, progresivamente, de manera cada vez más lúcida y concreta y real), su verdadera dimensión. Esto facilitará en gran parte la estabilización de la Luz en sus organismos y también el fenómeno de la transición y el fenómeno de la ascensión. Como ya se sabe, esto no sucederá inmediatamente, excepto para un contingente de almas humanos, Maestros realizados de la Luz auténtica, que decidirán, su plena voluntad, de ascender sin el cuerpo. Lo que llamarán la muerte, será para ellos la resurrección.

Esto debe ocurrir, como ya se sabe, entre ahora y el mes de junio. Eso es posible por la potencia de los elementos que yo activo y revelo sobre este mundo y en los otros mundos de este sistema solar. Así pues, no se trata de un período de luto, de un período de pérdida pero sí de un período de alegría intensa para sus hermanos y hermanas que accederán por fin a su eternidad y de manera duradera. Sin embargo, la mayoría de entre ustedes, Maestros de Luz realizados o en proceso, deben, diría, beber el corte justo al final. Esto no es ni un castigo, ni una recompensa pero tenemos necesidad de los sembradores de Luz quienes van a pasar a ser con el fin de permitir la ascensión de sus hermanos y hermanas, humanos o no, y también de permitir la translación y la transición del conjunto de este sistema solar. Sin ustedes, no podemos nada. Esto es una verdad absoluta.

Así pues, les pedimos, y les pediremos sin descanso, llamarnos, pedirnos, no tanto cosas a nivel humano, sino más bien comulgar con nosotros con el fin de reforzar este período tan importante de sus Bodas Celestiales. Esto es ahora, esto comienza justo hoy, esto no está en un año, esto no está en diez años, esto no está en una generación desde ahora, y hablo en tiempo humano y no en tiempo espiritual. ¿Por qué? Parece que hay una concordancia, debido a la afluencia de la Luz, entre el tiempo espiritual tan distante del vuestro y el tiempo humano. El tiempo humano y el tiempo espiritual se juntan; llegó para los que lo desean, para quienes les llegó el momento del despertar y la realización. Serán numerosos participantes en estas Bodas Celestiales semanales, a lo sumo llegaremos a favorecer la transición y la ascensión de un mayor número. Una última vez, no se entreguen al estruendo del mundo que viene. La Sombra nunca podrá ganar la menor batalla. Solo la ilusión del tiempo, solo la ilusión de su separación, pudo hacer creer que la Sombra existía.

Los poco numerosos sobre este planeta, que dedicaron su destino a la Sombra, están más aún que ustedes en el sentido del sacrificio. Así pues, estos seres allí no deben ni juzgarse, ni condenarse sino simplemente amarse. Las Bodas Celestiales son también los momentos de la revelación del Amor, del Unidad y de la Luz. Se les aprecia de toda eternidad ya que es Amor. Pero, desgraciadamente, numerosas almas humanas se dejaron dormir más aún por las sirenas del placer, y esto dura desde hace mucho tiempo, en este ciclo de la humanidad. Sin embargo, todo esto, vinculado a los juegos de poder, a los juegos de la ilusión, a los juegos que llaman de la Sombra, van a ser irremediablemente disueltos por la potencia del Amor y por la radiación de la residencia de Paz Suprema.

Lo que observan no es, en lengua metafórica, más que el tormento del parto y el parto. Una vez que el parto haya tenido lugar, podrán observar estos momentos con paz, con serenidad ya que, entonces, habrán pasado a ser lo que cesó de ser, por juramento. La hora de las Bodas, la hora de los reencuentros es ahora. Tendrán la impresión, a la salida de este período de Bodas (que está como un período de gestación), la posibilidad, de vivir de manera muy natural, a la vez en este mundo (y en consecuencia sobre este mundo) y también en el mundo futuro, mundo de Luz donde la Sombra no puede subsistir. Este aprendizaje de la puesta a caballo en dos dimensiones es también una forma de educación y de control de su nueva Luz, revelada a ustedes.

Vuelvan a nuestros próximos dos encuentros, para que, cada vez más numerosos, los Portadores de Luz se adjunten y se junten, serán el 2 de mayo a las 15:30 y el 9 de mayo a las 16:30. Me callo, ahora, algunos momentos, de nuevo, con el fin de dejarlos sentir, a una octava superior, esta presión de la radiación del ultravioleta. Deben acoger este presente y esta Luz en su corazón.

… Efusión de energía…

Un último punto: les había dicho que a cada una de mis intervenciones, en adelante, les revelaré una función de vuestras hebras de ADN nuevo, vinculada a las doce virtudes del alma o también a lo que se llama las doce estrellas de Marie. La primera estrella (o la tercera hebra de ADN) está vinculada a la ley de atracción que llamó Amor. Pasar del dos al tres permite solucionar la dualidad en una nueva trinidad. La segunda estrella (o cuarta hebra de ADN) está vinculada al abandono a la Luz. El abandono a la Luz es el testigo de su fe y su lealtad a la Fuente y a la Luz de la cual son parte involucrada. Con este acuerdo a sí mismos. Eso corresponde plenamente al período que viven y, por lo tanto, a las Bodas Celestiales. Vamos ahora a permanecer, en lo que les concierne, a ustedes, aquí presentes, algunos momentos en la transmisión de la radiación del ultravioleta, en el silencio. A continuación, les daré mi gratitud y los dejaré en este estado para el tiempo que les queda por cubrir. De ahora y ya, reciben toda mi protección, todo el Amor de los seres espirituales que trabajan en la aparición de la Luz en este mundo. Acojan.

… Efusión de energía…

Dónde que sea que estén en la Tierra, reciben protección, bendición. Es la esperanza del mundo, es la Verdad en marcha. Sean benditos y les digo, hasta nuestro próximo encuentro. Sigan viviendo, ahora, en el silencio, la transmisión de la Residencia de Paz Suprema.

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BODAS CELESTIALES

Mensaje ARCÁNGEL MIGUEL – MIKAËL

25 de abril de 2009

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Traducción: Sergio Hache

Edición: Anita Manasse – wayran@gmail.com