¿Qué son las sincronías?

Imagina que tienes una duda importante. Estás intentando decidir si te vas a vivir a Francia ya que te han ofrecido un empleo allí. Eso supone un gran cambio y no sabes qué hacer.

Has analizado la situación. Has hecho una lista de pros y contras, pero a pesar de ello aún no tienes claro qué hacer. Pero justo un día antes de la fecha límite en la que tienes que tomar una decisión, ocurre algo que te ayuda a decidir. Mientras sacas al perro a pasear, escuchas a dos personas hablando y una de ellas le dice a la otra:

«Creo que es una buena idea que aceptes ese trabajo en Francia, es una buena oportunidad laboral para ti».

Eso es una sincronía. La conversación no va contigo, pero la respuesta a la pregunta sí.

El universo te habla a ti, me habla a mí y le habla a todo el mundo. Lo que ocurre es que casi nunca nos damos cuenta de la información que el Universo nos envía a través de las sincronías. En el video del final del artículo te explicaré como provocar sincronías para recibir la información que deseas o necesitas.

Una sincronía es un regalo en forma de suceso o de información de gran valor. Las sincronías nos pueden ser muy útiles para tomar mejores decisiones. También nos hacen sentir que no estamos solos y que el Universo y nuestro Ángel de la Guarda están cuidándonos aunque nosotros no seamos conscientes de ello.

A veces las sincronías solo buscan alegrarnos y hacernos sonreír en un día triste. En otras ocasiones nos ofrecen informaciones muy valiosas que nos permiten tomar mejores decisiones o evitar aventurarnos en situaciones que nos harían sufrir o nos llevarían a situaciones desfavorables para nosotros.

Todos formamos parte del juego de las sincronías

Cuando pienso en algunas de las sincronías que he experimentado en mi vida no puedo evitar sonreír. Me imagino a mis Guías y a mi Ángel de la Guarda estresados intentando sincronizar a las personas adecuadas para que se crucen conmigo en el momento justo. Me imagino cómo organizan todo para que yo pueda recibir la información que necesito o experimentar alguna situación concreta en el momento adecuado.

Imagina que mientras paseas por el parque, tu perro se detiene y no avanza durante más de un minuto. Tal vez te molestes y trates de tirar de la correa para forzar al perro a seguir caminando. Luego te das cuenta de que si tu perro no se hubiera detenido, no hubieras escuchado la conversación. Lo que se habría traducido en que no habrías obtenido la respuesta que necesitabas.

Todos somos actores secundarios en la vida de todos, incluso los animales forman parte de este juego del Universo. En ocasiones podemos entregar un mensaje a alguien a quien ni siquiera conocemos. Me maravilla pensar la capacidad para orquestar la realidad que tiene el Universo con la ayuda de nuestros Guías.

Para percirbir las sincronías hay que tener un cierto nivel evolutivo. Hay que estar un poco despierto. Hay que ser capaz de asociar situaciones que no están conectadas entre ellas mediante la ley de causa y efecto, al menos al modo tradicional.

Si dejas caer un vaso de cristal, el hecho de que se rompa al tocar el suelo, se entiende con facilidad por la ley de causa y efecto. Dejar caer el vaso es la causa que genera el efecto de que se rompa. Pero, ¿qué causa genera que unos desconocidos hablando en el parque te den la respuesta a la pregunta que te estabas formulando?… No hay ninguna causa aparente.

No es que la ley de causa y efecto no funcione cuando se generan sincronías. Lo que ocurre es que la causa no parece tan clara como cuando dejamos caer un vaso y se rompe.

La causa de una sincronía es el deseo de obtener la información. Pero para lograr que una sincronía se produzca y podamos ser consciente de ella, no es suficiente con desear que ocurra. Si quieres saber cómo generar tus propias sincronías mira el video donde te explico cómo hacerlo. Si te gusta y te parece útil recuerda compartir este artículo para que llegue a más gente. También puedes suscribirte a mi canal de YouTube para estar al día de toda la información que comparto en mis videos.