Evita que los niños adopten influencias negativas del entorno
Tú puedes evitar que los niños adopten influencias negativas
Los niños son como esponjas. Su curiosidad y deseos de conocerlo todo los ubica ocasionalmente en una situación de vulnerabilidad frente a un entorno que puede influenciarlos negativamente.
Nuestros hijos son sin duda el tesoro mayor que tenemos. Desearíamos verlos felices y gozando de vidas armoniosas en todo momento. Lamentablemente, los entornos pueden influenciar de forma negativa a los niños. Cuando no estamos a su lado constantemente para explicarles que algunas cosas tienen validez sólo como entretenimiento ocasional, las influencias externas pueden impactar de manera inadecuada sus emociones y sus estructuras de razonamiento.
Como padres, nuestra labor consiste en brindarles libertad responsable. Esto significa que tienen derecho a conocer el mundo con todos sus matices, pero al mismo tiempo necesitan de nuestra guía para aprender a diferenciar entre un entretenimiento casual y entre las cosas que realmente importan en la vida.
Los niños merecen de nuestra confianza. Es decir que teneos que considerarlos como seres capaces de analizar las diferencias para tomar decisiones acertadas en el futuro. Sin embargo, es fundamental que les ayudemos a comprender las diferencias entre un divertimento o satisfactor ocasional y los valores reales que son los que darán fundamento a la construcción de su personalidad.
Influencias negativas del entorno
La televisión es sin duda una fuente de esparcimiento casi inagotable. Pero debemos complementar su presencia en el hogar, con reglas y valores concretos.
La disciplina, la comunicación y la confianza ejercida en familia, ayuda a consolidar las defensas mentales de los niños frente a las influencias potencialmente negativas.
Comencemos por definir qué es una influencia negativa. Para ejemplificar, hablemos del bombardeo psicológico que ejerce sobre los niños respecto a la comida chatarra la televisión.
Los especialistas aseguran que los niños captan los mensajes televisivos acerca de comida chatarra como una merecida recompensa después de cumplir con sus deberes o de haber realizado un gran esfuerzo para conseguir determinado logro. Además de contar con sabores atractivos al paladar infantil, la comida chatarra se traduce en un satisfactor emocional merecido y necesario para ingresar a una élite de estatus.
Los chicos que pueden pasas horas enteras viendo el televisor mientras comen golosinas o bocadillos snack, podrían llegar a definir estructuras de pensamiento que los lleven a creer que dicha actividad es la idónea para los triunfadores.
El peligro de exponer a los niños a las influencias del entorno sin enseñarles a discriminar, radica en que pueden sacar conclusiones equivocadas que generan patrones de conducta difíciles de eliminar si no se detectan y corrigen a tiempo.
Los niños “tiranos” son resultado, en parte, de la influencia negativa de entorno.
El niño “tirano” es aquel que está convencido de que sus padres, profesores o los adultos que los cuidan, son una especie de sirvientes que tienen la obligación de cumplir todos sus requerimientos y deseos.
Ejemplifiquemos con un caso muy común. Imaginemos que nuestros niños asisten a un colegio privado. Y muchos de sus compañeros son hijos de familias con muchos recursos financieros. Existe la posibilidad de que nuestros hijos vean que a sus compañeros de escuela se les consiente con toda suerte de juguetes y objetos costosos. Al mismo tiempo, es probable que sean chicos a los que nada se les niega.
Los niños observan este tipo de conductas aparentemente “normales”, y si no se les explica con amor y confianza plena que no todas las familias tienen las mismas posibilidades económicas, ellos pueden concluir que tienen derecho a exigir el mismo estilo de vida.
Por otro lado, si los padres perdemos el objetivo de crianza y nos dejamos chantajear y presionar por los chicos, les estaremos permitiendo convertirse en tiranos por la influencia del entorno.
Sin embargo, cuando en casa existe buena comunicación desde las etapas más tempranas de la crianza, podremos generar fuertes defensas mentales y emocionales para que los niños no sean susceptibles de influencias negativas.
La tecnología moderna
Los avances en tecnología, sin duda han cambiado radicalmente nuestra visión del mundo y nuestra forma de relacionarnos.
Hoy en día es casi imposible imaginar la vida de los niños sin la influencia cotidiana de la tecnología. Pero esta también puede representar una influencia no adecuada, si no supervisamos su uso y si no la regulamos con normas específicas.
Por ejemplo, en una familia que observa buenos niveles de confianza y comunicación interna, no hay niños que usen el móvil o dispositivos electrónicos cuando es momento de sentarse a comer o cuando se comparte tiempo con seres queridos.
Perder el interés en los miembros de la familia o en las cosas que pasan en casa por estar “ocupados” en enviar mensajes de texto o en juegos en línea, denota que los niños han sido influenciados de forma incorrecta. Nadie está sugiriendo que les neguemos el uso de tecnología en un mundo que hoy por hoy no sería posible sin ella.
En todo caso, necesitan de nuestra guía y consejo para darle a la tecnología su valor real, sin olvidarse de que las cosas trascendentes nada tienen que ver con artículos de este tipo.
Resumiendo, los niños merecen comer golosinas de vez en cuando. Merecen también que se les otorgue alguna recompensa si trabajan duro y se comprometen con una meta. Merecen tener y usar un móvil que les permita comunicarse con sus amigos, tal y como se hace en la actualidad. Todos estos ejemplos son válidos siempre y cuando no permitamos que se conviertan en influencias negativas del entorno.
Para ello, la comunicación y el amor del seno familiar es la clave. Tus niños pueden disfrutar del mundo tal y como es ahora sin que ello signifique que pierdan sus valores emocionales y psicológicos.
¿Lo habías pensado?
No dejes de dedicarle tiempo de calidad a tus hijos.
AUTOR: Kikio, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
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Carolina Barrera Rodriguez, Monica Andrea Gutierrez Pedreros y Mónica Buitrago Florián
Mira amor Irene Alcazar