Filosofía de la libertad (7) Individualidad y especie
Filosofía de la libertad: Individualidad y especie.
Introducción a Individualidad y especie.
Estamos cerrando el segundo título La realidad de la Libertad de la Filosofía de la Libertad de Rudolf Steiner. Aquí se nos ofrece un aspecto muy importante sobre lo que es nuestra libertad y de alguna manera se explica porque hay sectores que están en contra de la libertad de los individuos.
Uno de los aspectos resaltantes de este capítulo es su defensa de la libertad de la mujer como individuo. Es bueno notar que esto fue escrito antes de la Primera Guerra Mundial y que una de las críticas que se le hicieron fue que quienes estaban en desventaja, no eran las mujeres, eran los hombres que tenían que ir a la guerra.
Este capítulo nos aclara la discusión sobre si los seres humanos deben ser tal como lo espera el Estado, la Iglesia u otras instituciones sociales o si cada individuo tiene derecho a crear su propio carácter. Esta es un lucha que tiene que vivir cada hombre y cada mujer y cada uno tiene que buscar su respuesta.
El ser humano y la Especie
Todos nacemos en una familia, una ciudad, un Estado, un país, con una religión predominante, con una cultura y unos patrones culturales y un sexo y debemos cumplir con las normas esperadas.
No es solo que nacemos con determinadas circunstancias, sino que somos reconocidos por los miembros de la sociedad como pertenecientes a determinadas condiciones sociales, incluso sin necesidad de presentarnos.
Hasta lo que debemos amar y lo que debemos odiar nos es transmitido por nuestro entorno social.
Parecería ser que, así como un oso es miembro de una especie y no puede ser de otra manera, igualmente los seres humanos estamos determinados desde que nacemos.
Dentro de estas características culturales están las asignadas a cada sexo. Steiner señala que este es un punto que debe ser mejor comprendido.
El hombre ve en la mujer a la especie y la mujer ve en el hombre a la especie. Esto es una fuente de conflictos ya que no hay disposición a reconocer la libertad del otro. Esta situación, continúa Steiner, perjudica más a la mujer que al hombre. La razón de esta diferencia está en que la sociedad le reconoce al hombre ciertos derechos para desarrollar su individualidad, pero no se los reconoce a la mujer.
El problema de esta diferencia está en que la sociedad ha estado dirigida por hombres y son los hombres loa que deciden cuales son las necesidades de cada sexo. Solo cuando las mujeres puedan decidir cuáles son sus necesidades, podrán desarrollar su individualidad. No es conveniente para la sociedad en su totalidad que la mitad de la población, tenga que vivir en condiciones indignas y de minusvalía social.
El hombre ve en la mujer a la especie y la mujer ve en el hombre a la especie. Esto es una fuente de conflictos ya que no hay disposición a reconocer la libertad del otro.
Esta situación, continúa Steiner, perjudica más a la mujer que al hombre.
El Espíritu libre
El ser humano y la individualidad.
Ante todas las condiciones sociales de las que dependemos para vivir, ¿Cómo podemos ser diferentes? Parece incluso una falta de solidaridad querer ser diferentes a lo que nos impone nuestra cultura. ¿Cómo puede alguien no odiar a los enemigos de su país, a los enemigos de su religión, a los enemigos de su familia?
¿Hasta qué punto el hombre se puede liberar de su especie? O mejor dicho, ¿Cómo puede una persona seguir perteneciendo a su pueblo, a su religión, a su cultura y a la vez ser un individuo?
Cuando tratamos de conocer a alguien en función de las características sociales, estamos conociendo las bases de su poersonalidad, pero lo estamos perdiendo en su individualidad.
Una persona que tiene carácter, que está aprendiendo a ser libre, usa sus características genéricas como base para ser un individuo. Hasta se podría decir que cuando esa persona se quiere ocultar, solo muestra los aspectos comunes a su cultura, pero cuando quiere crear se muestra diferente a los demás. Muestra su individualidad.
Cuando tratamos de conocer a otro, no solo por sus condiciones sociales, sino por su carácter, estamos conociéndolo en su individualidad.
Lo que estudia la ciencia sobre las personas es el carácter social, no el individual. La ciencia reconoce las características de los pueblos, de las religiones, de las razas, pero pierde todo lo que hace a los individuos libres.
Lo que estudia la ciencia sobre las personas es el carácter social, no el individual. La ciencia reconoce las características de los pueblos, de las religiones, de las razas, pero pierde todo lo que hace a los individuos libres.
Dificultad para reconocer a una persona libre
Para conocer a alguien en su individualidad, en el uso de su libertad y por consiguiente en todo o que la distingue de su raza, país, religión y la hace única es necesario observar sin nuestros prejuicios sobre lo que debería ser o hacer esa persona.
Si un biólogo descubre una nueva especie, no piensa en términos de las demás especies, sino que quiere conocer las características de esta. De igual manera, cada individuo es una especie en sí mismo. Hay que reconocerlo en su creatividad, en su libertad. Tenemos que reconocer que va por caminos que no habían sido recorridos antes. Él hace su propio camino.
Cada individuo es una especie en sí mismo.
Filosofía de la Libertad
Todo el trabajo de Rudolf Steiner sobre la Filosofía de la libertad tiene como intención ayudarnos a descubrir si es posible ser libre en medio de múltiples determinaciones que nos impone la vida. Quiere mostrarnos que la vida es mucho más que lo externo y que nosotros podemos crear nuestras leyes y ser nosotros quienes las obedezcamos.
Esta es una lucha e todos los días. No es casualidad que Steiner admirase muchos de los planteamientos de Nietzsche (sobre todo de las obras de la primera etapa de este filósofo) y del músico Wagner. Ellos también tratan de comprender la libertad en el ser humano. Schopenhauer también fue muy estudiado por Steiner y, aunque le critica su pesimismo, reconoce su insistencia en el desarrollo del carácter.
Todos estos planteamientos tienen un trasfondo, que es reconocer que nuestra vida no consiste en ser lo que los demás nos dicen que debemos ser. Es descubrir lo que queremos ser y descubrirlo por nosotros mismos. Es una tarea de toda la vida.
Una manera de hacer esto es tener metas y observar cómo vamos dando pasos hasta realizarlas.
Todo el trabajo de Rudolf Steiner sobre la Filosofía de la libertad tiene como intención ayudarnos a descubrir si es posible ser libre en medio de múltiples determinaciones que nos impone la vida.
Conclusión
Una sociedad libre es la que permite que sus ciudadanos se desarrollen en libertad. Es la que tiene menos leyes y menos procesos administrativos engorrosos.
La sociedad menos libre es la que está en guerra. En esos momentos históricos el Estado toma todo el poder, obliga a los ciudadanos a luchar contra un enemigo y a ser parte de fuerzas de combate en las cuales la individualidad queda marginada en beneficio de la especie.
El esfuerzo nuestro en cualquier situación es la de ser lo más creativos posible. En la medida en que hay más individuos desarrollando su carácter, la sociedad en conjunto será más libre. No hace falta que sean millones, si en cada país hay al menos cuarenta hombres y mujeres desarrollando su independencia, la sociedad como un todo crecerá.
Referencias
La realidad de la Libertad de la Filosofía de la Libertad de Rudolf Steiner.
José Contreras redactor y traductor en la gran familia de hermandadblanca.org
Sugerencias de enlaces
Filosofía de la Libertad. Rudolf Steiner (1)