Filosofía de la Libertad Rudolf Steiner (3)
Filosofía de la Libertad Rudolf Steiner
Introducción
Continuamos con la presentación de la obra Filosofía de la libertad de Rudolf Steiner.
El primer capítulo trata de la Ciencia de la Libertad, el cual finaliza con los temas que vamos a revisar hoy.
Es conveniente insistir que la idea es dar apoyo a quienes quieren leer esta importante obra del Dr. Steiner.
En este artículo se va a ver que el pensar no es algo aislado. Para pensar son necesarias las percepciones, pero hay algo que muchas personas no toman en cuenta, también son importantes los sentimientos. Steiner insiste en que el pensamiento solo se hace individual cuando integra los sentimientos, pero dice más: Los pensamientos no son individuales, son cósmicos y cuando pensamos integrando nuestros sentimientos esos sentimientos regresan al cosmos, pero ahora de una manera nueva. Estamos dejando nuestro sello en el cosmos.
Por esta razón, como vamos a ver, están equivocados los científicos que quiere pensar sin sentimientos y los artistas que quieren expresar sentimientos sin pensamientos.
La comprensión del mundo
Steiner continúa con el estudio del pensamiento en su Filosofía de la Libertad.
Los idealistas pueden llegar al extremo de negar toda existencia. Consideran que la vida es un sueño y que no podemos afirmar nada de la realidad. Un problema de esta teoría es que no hay seguridad de que exista lo que no se está percibiendo, es decir, que al dejar de percibir algo, ya no puedo afirmar que siga existiendo. Esta concepción es un error.
Otra concepción equivocada es la de considerar que todo lo que percibo y lo que me represento de las cosas es real.
Ambas concepciones tienen un error en común, buscan apoyarse en las percepciones como única realidad.
¿Cómo se relaciona el pensar con la percepción?
Para afirmar algo sobre mis percepciones tengo que pensar. Independientemente de la teoría que tenga sobre la realidad. No nos damos cuenta de esto, porque al dirigir la atención hacia las cosas no observamos nuestro pensamiento.
Cuando creemos que solo estamos percibiendo, también estamos pensando.
La conciencia ingenua considera al pensar como algo ajeno a las cosas. Es decir, considera que el mundo está completo sin el observador.
La pregunta es ¿Si la naturaleza creó el pensar, no será que el pensar es parte de la naturaleza? Steiner va más lejos y se pregunta “¿Por qué el concepto de planta pertenece menos a la planta entera que la hoja y la flor?” La semilla necesita de la tierra, de la luz y del aire. De la misma forma, la planta necesita de un ser que la piense y elabore el concepto.
El concepto necesita de la observación del proceso. La semilla que se convierte en planta produce un concepto en el observador. Necesita ser observada para crear el concepto. Es decir, la semilla no solo necesita de la tierra, del aire y la luz, si se va a convertir en concepto necesita ser observada por un pensador.
El concepto no es una foto, es más bien una película de todo el proceso.
Nosotros estamos hechos de tal forma que necesitamos percibir y pensar.
Los pensamientos no son individuales
El hombre ingenuo cree que sus pensamientos son su propiedad, que el que está al lado percibe otros pensamientos.
Si todos estudiamos los triángulos, estaremos pensando en el mismo concepto de triángulo. Si lo piensa una persona o lo piensan miles, es el mismo concepto.
La percepción es individual, pero el pensamiento es cósmico.
La individualidad humana
Concepto y representación
Aunque nos percibimos separados de las cosas, por medio del pensamiento estamos unidos al cosmos. Nada está fuera de nosotros cuando las pensamos.
Las representaciones sí son individuales, porque están vinculadas a las percepciones. Una persona puede aprender el concepto de león que le da otra persona que ha visto uno, pero no le puede dar su representación de león, porque la representación necesita de la percepción. Este ejemplo, puede no ser adecuado, ya que hoy en día consideramos que todos hemos visto leones, aunque sea en película.
Prefiero dar un ejemplo diferente. Todos conocemos la fórmula para calcular la energía de Einstein. Si uno le pregunta a un ingeniero si la entiende, su primera respuesta va a ser que sí. Sin embargo, si uno le pregunta de qué estaba hablando Einstein al decir eso, su respuesta cambia.
«Si me das los valores puedo calcular la fórmula, pero de qué estaba hablando Einstein, no lo sé».
De hecho, hoy en día, debido al avance de la tecnología, los científicos pueden hacer observaciones para ver si las hipótesis de Einstein se cumplen. Cuando al hacer las observaciones y los cálculos matemáticos observan que los hechos concuerdan con lo esperado según la teoría, una de las preguntas que se hacen los científicos al quedar nuevamente demostrado que sus fórmulas eran exactas es ¿Cómo lo sabía?
Lo que están diciendo es que el concepto (universal) necesita una representación (individual). Se están preguntando, de cuales percepciones partió Einstein para llegar al concepto.
Es decir, los científicos tenían el concepto (que lo había deja do Einstein) pero solo al hacer las observaciones podían hacerse una representación. Los científicos no aceptan el concepto hasta tener una representación, por esta razón necesitan buscar casos en los que se demuestra la validez del concepto.
Es el caso que presenta Steiner al decir que si el le da el concepto de león a quien nunca ha visto uno, este tendrá el concepto pero no la representación.
Los científicos a partir de la fórmula (concepto) dada por Einstein, pueden determinar que es lo que hay que observar y cuales deberían ser las características de ese objeto.
Una vez que los telescopios muestran la imagen, los científicos, además del concepto, tienen la representación. Todos tienen el mismo concepto, pero cada científico tiene que elaborar su propia representación.
Cuando el concepto se une a la percepción hay una representación individual, pero el concepto sigue siendo universal (Cósmico).
El pensar y el sentir
No solo conocemos, también valoramos. El sentimiento de placer o rechazo nos hace individuos y eso no tiene importancia para el mundo, si no somos capaces de integrar esa valoración al concepto.
En la medida en que nos centramos en nuestros sentimientos, nos separamos del mundo y nos hacemos más individuos, pero si integramos los sentimientos a los conceptos nos elevamos como individuos a esferas superiores y nos integramos a lo que Steiner llama el Cosmos.
Hay individuos con conceptos vacíos, sin emoción, es decir, sin sello individual. Hay otros que nos aportan conceptos muy elevados en los cuales reconocemos una individualidad.
Habíamos dicho antes que los conceptos son cósmicos, no son nuestros. Pero si creamos conceptos individualizados con nuestros sentimientos estamos retornando al cosmos los conceptos, pero ahora enriquecidos con nuestro aporte.
“Una vida de sentimiento, totalmente vacía de pensamiento, llegaría poco a poco a perder toda relación con el mundo. Para el hombre que busca la totalidad, el conocimiento de las cosas ha de ir de la mano con la formación y el desarrollo de los sentimientos”. En: La individualidad humana.
Los conceptos adquieren vida concreta por medio de nuestros sentimientos.
Conclusión
Steiner cierra esta parte con una pregunta: ¿EXISTEN LIMITES DEL CONOCIMIENTO?
Lo central es que existe el pensar y el percibir y que ambos son necesarios para crear nuestros conceptos (que no son nuestros, sino que son cósmicos) y nuestra representación (que sí es individual). La primera impresión es que son dos mundos diferentes por esto se habla de dualismo. Sin embargo, cuando se entiende que el concepto es parte del objeto conocido se llega al monismo. El pensamiento ha sido creado por la naturaleza, de la misma manera que ha creado nuestros sentidos físicos.
El hombre ingenuo acepta que los objetos son reales por que se pueden percibir, pero no acepta que el que se puedan pensar también es parte del mismo proceso de conocimiento.
De manera similar, incluso muchos científicos no entienden la importancia de los sentimientos en el proceso de conocer. La percepción y lo sentimientos son los que le dan el carácter individual al conocimiento. El Cosmos necesita de nuestra participación individual para enriquecerse.
“Podemos decir: el mundo nos es dado como dualidad (dualismo), y el conocimiento lo transforma en unidad (monismo)”. En: ¿Existen límites al conocimiento?
Bibliografía
Rudolf Steiner Filosofía de la Libertad
José Contreras redactor y traductor en la gran familia de hermandadblanca.org
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