La Abnegación: de la inspiración a la intención. Por Djwhal Khul

Jorge Ariel

La Abnegación de la inspiración a la intención Por Djwhal Khul

Tres palabras hemos aclarado hasta el momento, Instinto-Intelecto-Intuición, las tres conducen a la iluminación. Nos queda una cuarta por abordar: La inspiración.

La inspiración desvitaliza la trama, la iluminación disipa el espejismo, la intuición dispersa la ilusión, y la  Presencia da luz a la sombra. En términos de las fases de la meditación: La concentración rasga el velo de maya, la visualización disipa el espejismo y la contemplación dispersa la ilusión. Las tres son fases del desarrollo de la conciencia, para permanecer en la Luz.

El instinto, el intelecto, la intuición y la inspiración, conducen a la visión espiritual.

Más allá de la etapa de iluminación, tal como puede lograrla el ser humano, se halla lo que podría llamarse el desarrollo de la divina Visión interna. Sólo mediante una constante y estable tranquilidad, puede infiltrarse esa iluminación vía los cuerpos superiores, al cerebro físico, y estar así disponible para el servicio práctico.

Al terminar su largo peregrinaje el ser humano, en su camino de regreso a la fuente de origen, habrá pasado por los cinco reinos de la naturaleza y habrá desarrollado conciencia en los cinco planos, por medio de los cinco sentidos y los cinco centros que están vinculados con la evolución de la siquis. Los cinco sentidos nos han abierto cinco grandes reinos de donde proceden los impactos.

REINOS

PLANOS

SENTIDOS

CENTROS

Mineral

Físico

Auditivo

Básico

Vegetal

Astral

Táctil

Esplénico

Animal

Mental

Visual

Laríngeo

Humano

Intuicional

Gustativo

Cardíaco

Espiritual

Arquetípico

Olfativo

Coronario

El entrenamiento dado por los Maestros a Sus discípulos, tiene como objetivo principal: acrecentar y desarrollar su sensibilidad inherente innata a fin de que la utilicen para servir.

Un hombre llega a ser discípulo mundial, cuando la visión es para él un factor importante y determinante en su conciencia, al que están subordinados todos sus esfuerzos diarios teniendo por delante la cuarta iniciación, la Crucifixión que lo llevara a la quinta: la Revelación.

La visión es una manera simbólica de experimentar la revelación. El desarrollo gradual de cada uno de los cinco sentidos trajo consigo una creciente revelación del mundo de Dios y una visión que se amplía constantemente. El desarrollo de la vista produjo una actitud sintética para enfocar los resultados de todas las visiones menores reveladas por los cuatro sentidos. Luego se obtiene esa visión revelada por el «sentido común» de la mente. Cuando se ha llegado a un avanzado grado de desarrollo llega como percepción mundial, en lo que respecta a los asuntos humanos, produciendo frecuentemente los vastos planes personales de los conductores mundiales en las distintas actividades del vivir humano. Pero la visión que interesa es la de llegar a ser consciente de lo que el alma sabe y lo que el alma ve, mediante el empleo de la llave que abre la visión del alma: la intuición, llave que únicamente debe ser usada inteligente y conscientemente cuando los asuntos de la personalidad quedan por debajo del umbral de la conciencia.

 

ASPIRANTES

DISCIPULOS

INICIADOS

Escuchan -Oído

Ubican la dirección

Conocen la beatitud

Tocan -Tacto

Miden la cantidad

Expresan el servicio

Ven- Vista

Dimensionan la proporción

Revelan la realización

Aplican- Gusto

Discriminan el  valor

Destruyen la imperfección

Conocen-Olfato

Disciernen la cualidad

Resucitan

Intelectualizan ideales

Responden al impacto

Sintonizan la frecuencia

Intuyen las ideas

Canalizan la telepatía

Simbolizan el significado

El órgano visual es el más desarrollado en este período mundial, en el cual el Logos trata de llevar a los reinos subhumanos, a la etapa en que poseerán la visión humana, y a la humanidad, al punto donde pueda desarro­llar la visión espiritual, y la visión interna jerárquica sea la cua­lidad normal de la visión iniciática, y así llevar a los miembros de la Jerarquía a la etapa en que adquiera la percepción universal. Por lo tanto se podría decir que a través del portal de:

  1. La individualización, los reinos subhumanos obtienen la vi­sión humana, que conduce al contacto mental y a la impre­sión inteligente.
  2. La iniciación, la humanidad obtiene la visión espiritual que conduce al contacto egoico y a la impresión espiritual.
  3. La identificación, la Jerarquía obtiene la visión universal que conduce al contacto monádico y a la impresión extra­planetaria.

LA INSPIRACIÓN

La inspiración se origina en los niveles superiores de la mente; supone un grado de evolución muy elevado, porque implica la concien­cia egoica y requiere el empleo de sustancia atómica, abriendo un amplio campo de comunicadores. Significa seguridad. Debe recordarse que el alma siempre es buena; le podrá faltar cono­cimientos en los tres mundos y en este sentido ser deficiente, pe­ro no alberga ningún mal; la inspiración es segura, en cambio debe evitarse siempre la mediumnidad.  La inspiración podría im­plicar la telepatía, porque la persona inspiradora puede hacer tres cosas:

a. Utilizar el cerebro de quien ha sido designado como ca­nal, vertiendo pensamientos en él.

b. Ocupar el cuerpo de su discípulo, retirándose este últi­mo conscientemente a sus cuerpos sutiles, entregando su cuerpo físico.

c. Producir, finalmente, una fusión temporaria, si puede de­nominarse así -un intercambio donde el utilizador y el utilizado, alternan o se complementan, según sea necesario, a fin de cum­plir el trabajo asignado. No puedo explicar esto con mayor cla­ridad.

La Siguiente afirmación expresa la aspiración del alma de seguir el Camino del Amor.

“ Mi Alma posee propósito, poder y voluntad.

Los tres son necesarios en el Camino de la Liberación.

Mi Alma debe fomentar el amor entre los hijos de los hombres.

Este es su principal propósito.

Por eso quiero HOLLAR el Camino del Amor.

Todo lo que obstruye e impide la manifestación de la Luz,

debe desaparecer ante el propósito del Alma.

Mi voluntad es una con la gran Voluntad de Dios.

Esa Sagrada Voluntad requiere que todos los hombres sirvan.

Dedico mi pequeña voluntad a todos los propósitos del Plan”.

 

LA ABNEGACION (1)

Sacrificio, Magnetismo y Servicio son las tres primeras Leyes del alma. En el planeta Tierra hemos progresado desde la vida instintiva de la conciencia sensoria en la forma material, hasta la vida intelectual de los seres humanos autoconscientes, incluyendo la comprensión intuitiva de los que comienzan a actuar como entidades superhumanas. Todo ello ha sido el resultado de la actividad determinante y condicionada de un Hombre Celestial que prefirió sacrificarse y ser crucificado en los cielos, con el propósito de alcanzar tres objetivos:

 

  1. Desarrollar  la conciencia,
  2. Refinar las formas,
  3. Intensificar la  realización de la vida

Cuando la humanidad obedece  a la Ley del impulso magnético (aspecto subjetivo de la Ley de Atracción), empieza a actuar como transmisor de luz, energía y potencia espirituales, para los reinos subhumanos, y constituye un canal de comunicación entre «lo que está arriba y lo que está abajo»- Tal es el alto destino que tiene ante sí la raza.

El servicio puede definirse como el efecto espontáneo del contacto con el alma, el cual es tan definido y estable que la vida del alma puede afluir al mecanismo que el alma debe obligatoriamente emplear en el plano físico. Así puede expresarse la naturaleza de esa alma en el mundo de los asuntos humanos. El servicio no es una cualidad ni una acción, tampoco una actividad que la gente debe realizarla esforzadamente, ni un método para salvar al mundo. Debe captarse con claridad esta diferencia, de lo contrario será errónea la actitud que adoptemos respecto a esta trascendental demostración del éxito que ha obtenido la humanidad en el proceso evolutivo. Servir es una manifestación de la vida.  Es un anhelo del alma y es tanto un impulso evolutivo del alma como el instinto de autopreservación, o la reproducción de la especie es la demostración del alma animal.

Las otras cuatro  leyes del alma son:

4. La Ley de Repulsión

5. La Ley del Progreso Grupal

6. La Ley de Respuesta expansiva

7. La Ley de los Cuatro Inferiores

 

El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo bien puede ser considerado como un cuerpo de observadores organizados y entrenados.

Primero existen los Observadores organizados: forman el círculo externo del nuevo grupo y su nota clave es la síntesis, la eliminación de cosas no esenciales y la organización del conocimiento humano. Al trabajar en muchos campos de la percepción humana, se los distingue por un espí­ritu sin sectarismos, por la capacidad de ocuparse de las esencia­lidades fundamentales y de vincular los diversos campos de la in­vestigación humana, en un todo organizado y unificado.

Segundo, los Comunicadores telepáticos: És­tos son muy pocos y se distinguen por su relativamente estrecha e interna relación. Son principalmente un grupo de enlace o puente. Son extraídos del círculo esotérico de los observadores organizados, pero con un alcance más amplio de servicio, porque trabajan en forma más esotérica. Están en contacto entre sí y con los observadores organizados, y también con el grupo de hombres y mujeres que se hallan en el mismo centro o corazón del grupo mundial. Su trabajo es triple y muy difícil. Deben cultivar constantemente el desapego, característica del alma que se conoce a sí misma. Continuamente obtienen el conocimiento y la información acumulada, de los observadores organizados, adap­tándolos a las necesidades mundiales y difundiéndolos como en­señanza.

Tercero los Conocedores: constituyen las fuerzas inteligentes del planeta; expresan, debido a Su expansión de conciencia, la Mente de Dios; encarnan el principio inteligente, inmutable e inalterable, y a través de Ellos fluye la energía denominada Voluntad de Dios, a falta de mejor comprensión.

El contacto, con el resultante impacto que proviene del alma, va desarrollándose rápidamente, de allí la necesidad de que yo­ siente las bases para obtener un mayor conocimiento, lo cual faci­litará los contactos más elevados provenientes de la Tríada espiri­tual, que abrirán nuevas zonas de interacción, hasta ahora sólo conocidas por la Jerarquía. Todos los contactos  en desarrollo involucran las condiciones que pueden definirse con las palabras Contacto e Impacto. (2)

1.Contacto puede ser definido (para nuestros propósitos es­pecíficos) como el reconocimiento de un medio ambiente, una zona hasta ahora desconocida, o aquello que en una forma u otra ha sido evocado, algo distinto que ha hecho sentir su presencia. Ese algo que el Observador ha presen­tido con anterioridad, ha sido presentado en teoría como una posibilidad, luego invocado con gran atención y conciencia por quien ha sentido su presencia, hasta obtener el contacto.

2.Impacto es algo más que registrar simplemente contacto. Se trasforma en una interacción consciente; esto trasmite in­formación de naturaleza reveladora, y puede ser definido en sus etapas iniciales como la garantía de una nueva zona de exploración y aventura espiritual para aquel que res­ponde al mismo, señalando un campo más amplio donde la conciencia pueda expandirse mucho más y registrar acre­centadamente el propósito divino, que espera ser recono­cido más plenamente.

Por consiguiente, el discípulo progresa a través de un proceso lento de invocación y evocación, desde el campo normal de lo que podemos llamar la percepción telepática común, hasta un estado de conciencia caracterizado por una sensibilidad entrenada. Desarro­lla un reconocimiento espiritual controlado, comprendido y diri­gido hacia fines jerárquicos de utilidad. Con estas palabras se tiene una definición muy simple del proceso que técnicamente llama­mos la Ciencia de Impresión.

telepatía cibernética El proceso de comunicación. (3)

Existe un paralelo interesante entre los tres métodos de trabajo telepático, sus tres técnicas de realización y las tres formas princi­pales de comunicación en la Tierra.

Telepatía instintiva /  viajes por tren / estaciones / telégrafo.

Telepatía intelectiva / viajes por mar /  puertos  / teléfono.

Telepatía intuitiva / viajes aéreos / aeropuertos / televisión.

La telepatía es el equivalente esotérico de las telecomunicaciones.

En todo proceso de comunicación encontramos tres elementos.

  1. El agente iniciador, el emisor que inicia la transmisión: su alma. (4)
  2. El agente receptor, de lo que se trasmite en «alas del pensa­miento»: su mente.
  3. El canal, a través del cual se registra la información: su cerebro y El medio, por el cual se intenta transferir el pensamiento, la idea, el deseo, la impresión y, por consiguiente, algún cono­cimiento: su campo electromagnético (cuerpo etérico).

Esta es la descripción más sencilla de la mecánica elemental del proceso. Indica también la comprensión más elemental del pensamiento que encierran las palabras del Bhagavad Gita, tra­ducidas en Occidente, por los términos: el Conocedor, el Campo del Conocimiento y lo Conocido, o bien, Comunicador, Comunicación y Comunicante.

Actualmente se precisan pensadores que se entrenen en una actitud mental y centralización, que no contenga el peligro de una receptividad negativa y responda, al mismo tiempo, a la inspira­ción superior intuitiva. Lo que se necesita son mediadores que in­terpreten las ideas y no mediums.

El resultado final del proceso de comunicación es la impresión (5). Impresión es la reacción sutil a la actividad mental vibratoria de alguna otra mente o conjunto de mentes, a medida que su influencia afecta al ente o conjunto de entes.

La primera etapa de una correcta recepción telepática consiste en registrar la impresión; al comienzo es generalmente vaga, pero a medida que se concreta el pensamiento, la idea, el propósito o la intención del agente receptor, se introduce en la segunda etapa, que aparece como una forma mental definida; finalmente esa forma mental hace impacto en la conciencia del cerebro en un punto localizado detrás del centro ajna y, por consiguiente, en la zona del cuerpo pituitario.

Un miembro de la Jerarquía planetaria extrae la idea de la Mente universal de acuerdo a Su tendencia y equipo mental, y las necesidades inmediatas son sentidas por los adeptos activos; entonces presenta la nueva idea, el nuevo descubrimiento o la nueva revelación al grupo de adeptos ?-lógicamente en forma telepática?- y cuando ha sido considerado por el grupo, lo presenta a Su grupo de discípulos. Entre ellos hallará quien responda con más facilidad e inteligencia y éste, mediante su claro pensar y el poder de las formas mentales formuladas, puede entonces influir sobre otras mentes, las cuales a su vez captan el concepto como propio, se apoderan de él y lo llevan a la manifestación.  Cada uno considera como privilegio especial hacerlo así y, debido a esta facultad especializada y a la responsabilidad automáticamente ge­nerada, pone en ello toda su energía; entonces trabaja y lucha en pro de sus formas mentales.

Una ilustración al respecto la tenemos en la historia de la Sociedad de  Naciones. Antes que el Maestro Serapis emprendiera un trabajo especial, procuró inculcar ideas constructivas para ayudar a la humanidad.  Concibió una unión mundial en el campo de la política, que se pondría de manifiesto como una asociación inteli­gente de naciones para preservar la paz internacional. Presentó la idea a los adeptos reunidos en cónclave, quienes consideraron que algo se debía hacer. El Maestro Jesús se encargó de presentar­la a Su grupo de discípulos, pues estaba trabajando en Occidente. Uno de los discípulos de los planos internos captó la sugerencia y la trasmitió, o más bien la adaptó, hasta que fue registrada por el cerebro del coronel House, que no captó el origen -del cual era completamente inconsciente- y a su vez la trasmitió a ese aspirante de sexto Rayo llamado Woodrow Wilson. Entonces, nu­trida con múltiples ideas análogas, provenientes de otras mentes, fue presentada al mundo. Se ha de tener presente que la función de un discípulo consiste en enfocar una corriente de energía de cualquier tipo particular en el plano físico, donde puede conver­tirse en un centro magnético y atraer hacia sí tipos de ideas si­milares y corrientes de pensamientos que no poseen la fuerza necesaria como para tener vida propia, ni hacer un impacto sufi­cientemente fuerte sobre la conciencia humana.

 

Reglas para obtener el control por el alma.

Las reglas o factores vivientes constituyen la expresión de la cualidad o Naturaleza de Dios y conducirán finalmente a la plena expresión de la divina Siquis. Evidenciarán la naturaleza instintiva y emotiva de la Deidad.

1.la tendencia innata e inextirpable de mezclar y sintetizar.

2.La cualidad de la visión oculta.

3.El instinto para formular un plan.

4. El anhelo de vivir una vida creadora, por medio de la facultad divina de la imaginación.

5.El factor análisis.

6. La cualidad innata que posee el hombre para idealizar.

7. La interacción de las grandes dualidades.

Existen ciertas reglas muy simples a las que quisiera referirme y constituyen el fundamento de las verdades que ustedes admiten como necesarias para el progreso espiritual, condiciones indispensables que deben poseer todos aquellos a quienes los Maestros toman a su cargo y los incluyen en sus grupos para servir. Estas son:

1. La necesidad reconocida de sintonizarse, hasta donde le es posible al aspirante individual, con la necesidad mundial a medida que ésta va surgiendo.

2. El logro de un sentido más sutil de los valores. En el presente, el descanso, la diversión, la ociosidad, la discusión y la crítica no tienen cabida en la vida del discípulo.

3. El desarrollo de la fluidez mental y una actitud que reconozca el hecho de que –aunque el Plan existe- las técnicas, las presentaciones, los idealismos y métodos deben cambiar necesariamente.

 

La Técnica del Desarrollo. (6)

La frase «Puntos de Revelación» resume una técnica muy definida, empleada al entrenar discípulos para la iniciación.  Toda vida está destinada a seguir una serie progresiva de despertamientos. Progreso, movimiento, despertar, expansión, iluminación, evolución, crecimiento -éstas son unas pocas palabras de las muchas que se aplican a los efectos, tanto internos como externos, del proceso creador. El  proceso creativo es  la activa demostración progresiva de la intención divina cuando adquiere forma, tal intención es un proyecto plenamente comprendido por la Mente Universal; lo denominamos Propósito cuando Shamballa capta la síntesis de esta intención comprensiva, y lo llamamos Plan cuando nos referimos al trabajo que lleva a cabo la Jerarquía para expresar lo más plenamente posible ese Propósito.

La planificación de la Jerarquía se agrupa en ciertas y definidas fases de actividad -todas relacionadas, todas tendiendo a la exteriorización del Plan en cualquier siglo, ciclo o período mundial determinado, y son:

  1. La fase del Propósito, que se origina en Shamballa y es registrada por los Miembros mayores de la Jerarquía.
  2. La fase de la Planificación jerárquica, que es la formulación del Propósito en términos de posibilidad, inminencia, adecuación y disponibilidad de los discípulos, además de las energías para complementar el Plan.
  3. Luego viene el Programa, donde el ashrama particular involucrado en la complementación del Plan, lo toma y lo reduce a etapas formativas de impresión y dirección humanas, condiciones necesarias para el surgimiento del Plan y de las dos fases de este acondicionamiento. Cada una tiene dos aspectos, la destrucción de todos los obstáculos y la presentación del Plan.
  4. El surgimiento del Diseño jerárquico (basado sobre el reconocimiento del propósito, el cuidadoso planeamiento y un programa detallado y cabalmente pensado), tanto en las mentes de los discípulos del ashrama que están involucrados en la complementación del Plan, como entre los intelectuales de la Tierra.
  5. Después viene la fase final de la Precipitación, cuando se ha realizado todo el trabajo subjetivo sobre la base de la posibilidad y cuando el diseño y una parte del programa son reconocidos por los pensadores mundiales en cada nación, sea en forma antagónica o favorable. Habiendo llegado a su etapa final, sigue entonces por propio impulso la planificación en forma de Proyectos.

LA INTENCION

Intención, esfuerzo y persistencia son considerados por la Jerarquía de primordial importancia y constituyen los principales requisitos para todo discípulo, iniciado y maestro.

La visión jerárquica, hasta donde puedan comprenderlo, constituye la respuesta de los Maestros a la impresión superior, a la que están sometidos y dan Su aprobación, de acuerdo al grado de elevación al que pertenecen y no al grado de evolución. El Maestro reconoce a quienes reconocen el Plan y tratan (con toda dedicación) de ayudar a realizarlo. Entonces los estimula en forma grupal, porque tienen idéntica visión y dedicación; esto les permite, mediante el estímulo y la inspiración, llegar a ser más eficaces en la línea de servicio elegida, por propia elección. Por eso quisiera que reflexionen cuidadosamente sobre lo siguiente:

 

1. El reconocimiento de la visión.

2. El reconocimiento del Plan, porque visión y Plan no son la misma cosa.

3. El reconocimiento que el Maestro acuerda al grupo de aspirantes dedicados, cuando los acepta como Sus discípulos.

4. El reconocimiento mutuo, de las ideas del Maestro como metas para futuros esfuerzos.

5. El mutuo reconocimiento como almas y servidores.

 

Cuando estos reconocimientos sean adecuadamente comprendidos, habrá un eventual reconocimiento, por parte de la Jerarquía, de un grupo de discípulos que puede ser utilizado como canal a través del cual puede afluir energía, luz y amor espirituales hacia el mundo necesitado y agonizante.

 

Cuando traten de servir inofensivamente como discípulos, en pensamiento, palabra y acción, cuando no reserven para sí nada material, emocional o tampoco el factor tiempo, cuando la fuerza física y el don de todos los recursos vaya acompañado de alegría, entonces el discípulo tendrá todo lo que necesita para llevar a cabo el trabajo. Esto es aplicable a todos los grupos activos de servidores. Tal es la ley. Es innecesario decir que la perfección aún no es posible, pero sí es posible que todos realicen un mayor esfuerzo a fin de dar y servir.

Llegará el momento, y llegará con seguridad, en que, como individuos, y parte del grupo de un Maestro, subordinarán sus vidas personales a la necesidad de la humanidad y a la intención del Maestro. Sólo la completa auto-abnegación capacitó a los Maestros Ascendidos para que se les confiara el conocimiento de las leyes de la vida, convirtiéndose así en instrumentos para transmitir el Amor divino a fin de elevar y guiar a la humanidad.

 

PENSAMIENTOS

OBRAS

ACCIONES

Boca

Hablan

Transmiten

Manos

Aferran

Sanan

Pies

Andan

Trasladan

Ano

Evacuan

Reciclan

Genitales

Procrean

Crean

Por lo tanto, la meta inmediata para todos los discípulos aspi­rantes en estos momentos, puede ser vista como:

  1. El logro de la claridad mental respecto a sus problemas personales e inmediatos, y principalmente el problema concerniente a su objetivo en el servicio. Esto deberá hacerse a través de la meditación.
  2. El desarrollo de la sensibilidad a los nuevos impulsos que afluyen al mundo en esta época. Esto se logrará amando más a toda la humanidad y, por el amor y la comprensión, haciendo contacto con ella más fácilmente. El amor revela.
  3. El servicio prestado con completa impersonalidad. Esto se hace eliminando la ambición personal y el amor al poder.
  4. La negación a prestar atención a la opinión pública y a los fracasos. Esto se hace mediante la aplicación de la estricta obediencia a la voz del alma y por el esfuerzo de morar siempre en el lugar secreto del Altísimo.

La siguiente afirmación expresa el deseo de la personalidad de adaptarse a la intención del Alma:

“Sigo adelante hasta lograr la meta, la meta de servir plenamente.

Yo soy el Alma cuya naturaleza es luz, amor y altruismo.

Me oriento hacia la Luz y en esa Luz veo el Alma.

Yo soy el Plan y me unifico con todo lo que respira.

Purifico mi vida astral y sé que no soy más que un canal para el amor de Dios.

En ese poderoso cuerpo del yo inferior, no debe existir nada que impida la afluencia del

Amor de Dios hacia todos los hombres con quienes entro en contacto.

Me mantengo erguido por el amor y la fortaleza divinos”.

 

NOTAS DEL EDITOR

Este artículo pertenece a una Tetralogía sobre El Desarrollo de la Conciencia, el anterior fue La Significación.

1. Las Leyes del Alma al igual que sus reglas, aparecen en el libro Psicología esotérica Tomo II.

2. Las Ciencias de contacto e impresión, aparecen en el libro Telepatía y el Vehículo etérico.

3. El Eter es lo que en la actualidad conocemos como el espectro radioeléctrico, aunque se emplea la palabra radio, las transmisiones de televisión, radio, radar, telefonía móvil están incluidas en esta clase de emisiones de radiofrecuencia.

4. El Maestro empleó la palabra iniciador premeditadamen­te,  porque el poder de trabajar telepáticamente, como agente iniciador y como receptor, está relacionado íntimamente con la iniciación e indica que el hombre se halla preparado para dicho proceso. La fuente se convierte en canal o agente transmisor cuando ha acumulado mucha energía- información y la puede compartir.

5. El imprinting es un término que Konrad Lorentz propuso para dar cuenta de la marca sin retorno que imponen las primeras experiencias del joven animal.

6. Los Puntos de Revelación aparecen en el libro El Discipulado en la Nueva Era Tomo II.

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