La disciplina como camino a la felicidad. El arte de dominar la voluntad.
La disciplina, como cualquier arte, debe ser cultivada
La felicidad no es un objetivo. Es un camino. Sin embrago, este camino implica irnos fijando ciertas metas de superación personal que son importantes para sentirnos bien. Cada persona, en su individualidad única e irrepetible, tendrá distintos designios según sus intereses. Algunos son creadores natos y se desenvuelven de maravilla inventando u optimizando cosas. Otras personas son excelentes solucionadores de problemas. Mientras que otros pueden tener una gran inclinación artística y optar por la pintura, la danza, la escritura, etc. Cientos de personas tienen, además, inclinaciones humanitarias y lo que verdaderamente les nutre como seres humanos es ayudar a otros menos afortunados. Otros, buscan activamente la felicidad a través de distintas disciplinas holísticas, religiones o estilos de vida.
No importa cuál sea tu combinación particular de gustos e intereses. No hay una tendencia mejor que otra ni peor que las demás. Pero lo cierto es que para alcanzar la felicidad en cualquiera de ellas no puedes prescindir de la disciplina.
¿Por qué es tan importante la disciplina? ya desde tiempos remotos el ser humano se dio cuenta de lo importante que era dominar la voluntad y ponerla al servicio de fines a largo plazo. A falta de disciplina jamás se hubiera logrado que las primeras civilizaciones mesopotámicas comenzaran a convertir sus chozas de adobe en palacios, por ejemplo. Sin ella, los templos egipcios no se habrían construido jamás. Sin voluntad, el imperio romano no se habría convertido en la cuna de la civilización occidental. No solamente los grandes logros de la humanidad requieren de mucha disciplina. También, y principalmente, los logros individuales.
La disciplina te puede llevar a lugares increíbles
El asunto es que como seres humanos, también tenemos dos tendencias que, aunque no son malas en sí mismas, en ocasiones impiden que nos concentremos en alcanzar un objetivo. La primera es la tendencia al ocio o la inactividad. La segunda, la tendencia a distraernos con facilidad. El ocio como tal no tiene nada de malo. Dedicarnos algo de tiempo para no hacer virtualmente nada también nos ayuda a sentirnos descansados y despejados anímicamente. El problema es cuando el ocio se convierte en pereza. La segunda, nuestra gran facilidad para distraernos, corresponde al hecho de que somos criaturas curiosas por naturaleza. Ser curiosos nos da muchas ventajas evolutivas, pero también puede sacarnos del sendero hacia un objetivo.
Por esta razón, hoy te comparto cinco sencillos consejos para que puedas comenzar a entrenar tu voluntad y tu concentración.
1: Encuentra tu verdadero objetivo: Lo primero y más difícil es determinar qué es lo que realmente deseamos hacer. Muchas veces las exigencias exteriores no van a dirigir erróneamente hacia caminos de ´»éxito» que no hacen más que convertirnos en un engrane de la enorme maquinaria de la economía. Haz caso omiso de lo que el mundo espera de ti y concéntrate en encontrar lo que tú quieres de ti mismo, así, aparecerá el primer bosquejo de tu camino a la felicidad.
2: Una vez que esboces lo que deseas, ayúdate con un calendario: Todos los grandes logros surgen de pequeñas acciones cotidianas. Genera un plan real, con acciones diarias y alcanzables con un poco de voluntad. Media hora de yoga. Ir a comprar comida saludable al mercado local. Hacer una hora de investigación en línea de un tema que queremos aprender. etc. No te satures, o te desesperarás y abandonarás. Lo mejor es enlistar las acciones pendientes y dejar un buen espacio para el recreo personal.
La disciplina es el camino más corto al éxito
3: Ten cuidado con las distracciones: Procúrate un ambiente idóneo para hacer eso que te propusiste. Aprende a enfocar tu atención. Teniendo un calendario de actividades bien organizado, es posible que hagamos todo lo que necesitamos y/o queremos hacer. Lo importante es que definas las prioridades.
4: El descanso es necesario e imprescindible. Puede ser que al darte cuenta de que puedes hacer muchas más cosas de las que tú creías, te satures de actividades o caigas en algunas exageraciones. Recuerda que el camino de la felicidad se caracteriza por ser equilibrado.
5: Es de sabios cambiar de opinión: No por que hayas decidido que algo te gusta es tu camino en la vida a perpetuidad. Cuidado con la terquedad disfrazada de constancia. Tu vida es sólo tuya y debes consagrarla a crecer como persona y a sentirte cada día mejor contigo mismo.
Asiduos lectores de hermandad blanca, cuéntenme ¿Cuál es tu camino de la felicidad y qué estás haciendo para recorrerlo?
AUTOR: Kikio. Redactora en la gran familia hermandadblanca.org
Para saber más:
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La competición oculta; el verdadero estado del ser
Felicitaciones!!
Un muy buen artículo, sólo una pequeña atingencia. El Imperio Romano no fue la cuna de la Civilización Occidental, fue Grecia, sus instituciones y su sistema de vida Republicanael origen de lo que se se llama
actualmente Civilización Occidental, Los romanos fueron el Crisol donde se amalgamó "la civilización occidental y Cristiana".
Cordialmente.
Jorge
asi sera para el bien mayor de todos en ti confio gracias gracias gracias borro limpio suelto yo soy luz clarificadora de dios
Hola que tal, me encantó el artículo, gracias por compartirlo! coincido con los puntos; finalmente que sería de este planeta si las personas no llegásemos al cuestionamiento sobre qué es lo que nos hace felices en la vida y obtener la felicidad… Mi felicidad se ve manifestada cuando ayudo a las personas a encontrar su camino y al brindarles sanación a través de una terapia diseñada por los ángeles y estoy convencida de que sino aplicara la disciplina en mi día a día, no podría seguir en ese camino. Y de acuerdo a los consejos, capto hoy que me hace falta "descanso" y lo aplicaré a la brevedad, pues es la forma en que recupero mi energía para posteriormente estar de nuevo con mi 100% para mi y para los demás. Abrazos y bendiciones