Prevención ante desastres naturales ¿Sabes qué hacer?
Los desastres naturales pueden ocurrir en cualquier momento. Es por ello que debes informarte y capacitarte para prevenir que una eventual contingencia genere problemas innecesarios.
Mucho escuchamos en medios de comunicación, que debemos estar preparados ante una eventualidad de desastre natural. Tornados huracanes, sismos, inundaciones, deslaves, etc. Pero, ¿realmente sabes qué hacer? Hoy enfocaremos nuestra atención en los puntos a considerar para la prevención ante desastres naturales.
Antes de entrar en materia, diremos que muchos de nosotros estamos, relativamente acostumbrados a cierto tipo de fenómenos, si vivimos en costas donde hay temporada de tormentas, zonas sísmicas o regiones que suelen inundarse durante la época de lluvias. Sin embargo, aún si vives en una metrópoli y no es frecuente que se presenten contingencias en tu ciudad, debes conocer la forma correcta de prepararte para estar listo, junto con tu familia, por si llega a presentarse una emergencia en tu localidad.
Dependiendo del tipo de fenómeno que pudiera ocurrir en donde vives, serán las medidas de prevención, pero en general son muy parecidas y aplican para poder enfrentar cualquier desastre.
El primer punto es estar bien informados. Forma en ti y en tu familia, el hábito de escuchar o ver programas informativos para poder enterarte a tiempo de una posible catástrofe y actuar en consecuencia.
Los niños y los jóvenes, suelen encontrar a los programas noticiosos como aburridos y negativos. Pero es el primer punto en una lista de prevenciones que pueden salvar tu vida. Es muy importante que generen el hábito de ver las noticias, por ejemplo mientras desayunan en familia antes de salir de casa rumbo al colegio o al trabajo. Los chicos podrían pensar que todo lo que escuchan en los programas noticiosos, no les interesa ni les sirve. Habla con ellos y explícales la trascendencia de estar bien informados todos los días. Por otro lado, y gracias a las nuevas tecnologías y a la modernidad, la gran mayoría de las personas ya cuenta con un teléfono móvil. Y existen muchas, variadas y muy buenas aplicaciones que pueden enviarnos alertas de mensaje, en caso de presentarse un desastre o para las noticias en general. Esto significa que ya no hay pretexto para argumentar que no estábamos enterados de cierto evento y que por ello nos tomó por sorpresa.
Y desde luego, siempre que te enteres de un posible desastre, avisa a familiares y amigos para que todos puedan estar conscientes y procurarse las medidas de seguridad que apliquen en cada caso.
Necesitas destinar un bolso pequeño para guardar los artículos más importantes en caso de desastre. Tenerlos siempre a la mano y revisar cada seis meses su contenido y corroborar que todo es funcional y que se encuentra en condiciones de apoyarnos en una contingencia.
Es muy importante que tengas en casa, preferentemente cerca de la puerta de entrada, un bolso que contenga todos los artículos necesarios para sobrellevar la eventualidad. Dicha bolsa debe contar con la capacidad de contener todo lo requerido, pero sin ser pesada o estorbosa.
Los expertos en protección civil y prevención de desastres, recomiendan incluir los siguientes implementos:
Agua embotellada. Considera una botella de agua de un litro, para cada integrante de tu familia. Una lámpara o linterna de baterías. Con ello podrán enfrentar una posible interrupción de la corriente eléctrica en tu localidad. Una radio portátil de baterías. Te servirá para estar informado de los acontecimientos relacionados al desastre y sobre las indicaciones de las autoridades en caso de ser necesaria una evacuación. Baterías. Incluye baterías extras en la bolsa para poder substituirlas si llegan a agotarse. Un pequeño botiquín para primeros auxilios. Te permitirá realizar curaciones simples si tú o algún familiar resultan lesionados durante la contingencia. Un silbato. Muy útil en caso de no poder salir de tu casa o del lugar donde te encontrabas durante el desastre. Por medio de silbatos es como los rescatistas ubican más fácilmente a las personas para liberarlas.
Barras de chocolate o galletas nutritivas de alto contenido calórico. En ocasiones, la contingencia puede ser muy severa y llevar en tu bolsa este tipo de alimentos, es vital para mantener nutrido al organismo cuando no existe la facilidad de preparar alimentos en forma. Cubre bocas para cada miembro de la familia. Son importantes para evitar respirar polvo o humo denso.
Si te encuentras bajo tratamiento médico o padeces una condición crónica como la diabetes, incluye en el bolso de emergencia, un envase resistente al agua, para guardar los medicamentos que necesites. En una contingencia mayor, es probable que no puedas adquirirlos en una farmacia.
Independientemente del botiquín de primeros auxilios, lleva en el bolso de emergencia, todos aquellos medicamentos que tú o tu familia utilicen de forma regular. En la caja de cada producto, anota claramente para qué se utiliza y la forma y horarios de aplicación o ingesta. Comenta este punto con tu familia, para que cualquier integrante, este capacitado para administrar la dosis correcta a otro miembro enfermo.
Es de vital trascendencia que revises el bolso de medicamentos cada seis meses, para asegurarte que ninguno haya espirado o no tengas dosis incompletas.
Realiza fotocopias de todos tus documentos importantes y guárdalos en una bolsa hermética en el fondo del bolso de emergencias. Al igual que los documentos de cada integrante de la familia.
Este punto se divide en tres acciones importantes. La primera: Conserva copia de toda la documentación de tu familia en el fondo del bolso de emergencias. Así podrás realizar cualquier trámite, en caso de una contingencia mayor y de que hayas extraviado los originales durante el desastre natural.
La segunda: También guarda otro juego de copias en tu caja de seguridad del banco. Las instituciones bancarias, suelen estar instaladas en edificios con mucha infraestructura de seguridad y difícilmente sufren daños severos durante un siniestro. Una vez superada la contingencia, esas copias te servirán para reponer los originales ante la dependencia correspondiente.
La tercera: Entrega otro juego de copias a algún familiar a amigo que viva fuera de tu localidad. En caso de un desastre mayor, sabrás que alguien de tu confianza, podrá hacerte llegar esas copias para reponer originales o en caso de que necesites hacer trámites de seguridad social, pólizas de seguros, etc.
Si durante un desastre, tú o algún familiar se encontraban fuera de casa, es recomendable que establezcan un punto de reunión para localizarse. Puede ser una plaza pública, un parque, o cualquier otro sitio que les sea familiar y todos identifiquen para reunirse tras la contingencia
En muchos centros comerciales, plazas públicas, templos religiosos, parques o escuelas, están pintadas en el piso zonas de puntos de reunión. Ubica las que están cerca de tu domicilio y comenta con tu familia cuál es la que designarán como lugar de reencuentro en caso de que el desastre los haya sorprendido fuera de casa.
Además, muchas ciudades o poblados, cuentan con edificaciones seguras que el gobierno señala como albergues comunitarios y centros médicos en caso de emergencia. Acércate a las autoridades de tu lugar de residencia e infórmate dónde están dichos centros. Comparte esa información con familiares y amigos.
Realiza por lo menos cada seis meses, una reunión con tu familia, para revisar las estrategias de seguridad en caso de desastre.
No se trata de ser negativos al hablar sobre desastres. Finalmente, la información y la prevención salvan vidas. Puedes acercarte a las autoridades en materia de protección civil, bomberos y la cruz roja, para conocer a detalle las medidas que debes tomar ente un evento de desastre. Ellos te orientaran sobre asuntos simples pero concretos como por ejemplo, cómo racional el agua y los alimentos.
Pueden capacitarte si necesitas aprender a aplicar inyecciones a algún familiar. Y asesorarte sobre cómo afrontar cada contingencia. Recuerda que no se actúa igual durante un sismo que durante un incendio.
En resumen, la idea es estar prevenidos para que la contingencia nos afecte lo menos posible. Recuerda que si puedes ayudar a otras personas, hazlo, si no, es preferible que no entorpezcas las labores de rescate y asistencia que con seguridad las autoridades implementarán para restablecer el orden. Si tú y tu familia están bien informados y toman las previsiones concretas, estarán aumentando sus posibilidades de sobrevivir a un desastre natural.
AUTOR: Kikio, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
Para saber más:
Cómo ayudar al planeta en tiempos de “desastres naturales” y Contaminación ambiental
El valor de la información como herramienta para elevar nuestras conciencias
Buenísimo el aporte. Un cordial saludo.
,,,la mejor preparación ,….. es estar preparado para morir,,,,,