Reconoce los síntomas del trastorno TDAH
El TDAH, es un trastorno neurobiológico que implica la incapacidad de focalizar la atención y la inadecuada hiperactividad motora.
Con frecuencia, los padres se culpabilizan cuando uno de sus hijos es diagnosticado con este padecimiento, pero la realidad es que la presencia de TDAH es multi factorial y no depende únicamente del estilo de crianza.
Hoy se sabe que el TDAH puede tener causas neuroquímicas, cuando se presenta desequilibrio de algunas sustancias a nivel cerebral. La dopamina y la norepinefrina son neurotransmisores que permiten la capacidad cognitiva y de razonamiento. Cuando sus niveles se ven alterados, puede presentarse el trastorno.
También puede ocurrir cuando existen alteraciones en estructuras cerebrales tales como el cerebelo y la corteza prefrontal. La carga genética, cuando hay antecedentes de familiares directos que lo padecieron, y por último el ambiente psicosocial.
Algunos eventos de tipo traumático, pueden generar que el niño presente cambios de ánimo que no sabe cómo controlar.
Es muy importante entender la diferencia entre los mitos relacionados al trastorno, y la realidad sobre el mismo. Si tienes dudas o sospechas de esta condición en tu hijo, busca un diagnóstico especializado.
Quizás el mito más generalizado sobre este padecimiento es que la única forma de tratarlo es medicando al menor. Esto es falso. Sólo a través de la evaluación de un profesional, podrá determinarse si los niveles de neurotransmisores son tan bajos, que sea necesaria la medicación y la realidad es que estos casos son muy raros.
Tristemente, la mayor parte de los niños medicados no lo necesitan, pero es la salida más rápida y fácil que encuentran padres y profesionales poco éticos.
En la gran mayoría de los casos, un diagnóstico certero aunado al tratamiento psicológico y emocional del niño y sus padres, será suficiente para resolver el conflicto.
Otro mito se relaciona con la creencia de que los síntomas del TDAH, son tan sutiles, que es casi imposible notarlos y con frecuencia se culpa a los padres y a los maestros de no contar con la paciencia necesaria para entender el carácter del menor “inquieto”.
Y posiblemente el más alarmante, asegura que este trastorno sólo se presenta en varones y no en niñas. Lo que implica que se preste mucha menos atención a las necesidades específicas de tratamiento de las pequeñas, pues se tiende a pensar que su temperamento tiene más que ver con “inestabilidad femenina natural” y desequilibrios hormonales.
Desde luego que es necesario que un especialista evalué al menor, tanto neurológica como psicoemocionalmente para emitir un diagnóstico concreto.
Sin embargo, debemos conocer los síntomas más comunes para detectar oportunamente el problema y buscar de inmediato la solución.
Es probable que el síntoma más característico, sea la incapacidad del niño para focalizar su atención. Ya sea en el aula de clases o incluso mientras desarrolla sus actividades favoritas.
El niño con TDAH se distrae con gran facilidad y pierde la continuidad u objetivo de lo que hace. Es posible que le cueste mucho conciliar el sueño; mismo que suele no ser reparador.
Suelen ser en extremo desorganizados y no encuentran mucho interés en asuntos que requieran disciplina y constancia. Depresión e incluso episodios de ansiedad sin motivo aparente. Propensión a accidentes, debido a su elevado nivel de actividad física y motricidad descontrolada.
Padecer este trastorno conlleva la dificultad para desempañar roles sociales, pues se ve afectado el rendimiento académico y su capacidad para socializar de forma sana con otros niños y adultos en general. Un menor con TDAH, frecuentemente puede ser intolerante con las necesidades de otros, y caer en conductas que van desde la agresión verbal hasta la violencia física, cuando no siente satisfechos sus caprichos.
Manejar este trastorno es relativamente sencillo, siempre que se cuente con el diagnóstico concreto y con un plan de ataque que debe incluir el entrenamiento de padres y profesores. Y que en todos los casos, ha de ser personalizado.
Se estima que 5 de cada 100 niños presentan TDAH. Una vez que se detectan los síntomas, en necesario realizar evaluaciones psicoemocionales y neurológicas, para determinar con total certeza, qué está causando el trastorno y actuar en consecuencia.
Ya mencionamos que no todos los chiquitines con este padecimiento, requerirán medicación, y los tipos de terapias dependerán de las características de personalidad, concretas de cada menor.
Haciendo énfasis en la relevancia de no minimizar el problema, pues hoy sabemos que las personas que lo padecen sin atención a temprana edad, lidiarán con las consecuencias en la edad adulta. Dificultando su pleno desarrollo y generando conflictos interiores, difíciles de corregir.
Si sospechas que tu hijo padece TDAH, no dudes en discutirlo abiertamente con sus profesores y en buscar un buen diagnóstico que les permita planificar el tratamiento ideal para él.
Y sobre todo, no dejes pasar más tiempo. El tratamiento del TDAH, arrojará mejores resultados, siempre que su detección y atención sean oportunas y en manos de profesionales.
AUTOR: Kikio, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
Para saber más:
El Enfado y La Rabia en los Niños – 4 Técnicas para Manejar estas Emociones
Super interesante el post!!!
MUCHAS GRACIAS