Saúl: cuando hay celebración, el conflicto es imposible
Para todos ustedes un maravilloso mensaje de Saúl, canalizado a través de John Smallman, sobre la celebración de la esencia divina en el interior de todos los seres humanos:
Saúl: ¡Cuando hay celebración, el conflicto es imposible!
Están ocurriendo cambios de extraordinaria importancia. Algunos son políticos o bien atañen al planeta en sí.
Estos cambios se informan en los principales medios de comunicación, mientras que otros, de naturaleza mucho más positiva, son dados a conocer en los espacios públicos, y luego son compartidos por la vasta red de canales de los medios sociales.
Personas alrededor del mundo se comunican entre sí todas aquellas cuestiones que muy particularmente les llaman la atención y que sus organizaciones religiosas no quieren o no pueden tratar.
La humanidad está evolucionando espiritualmente de forma rápida, y muchas de las viejas organizaciones religiosas simplemente no pueden ir a la par de este sorprendente proceso de despertar.
Todos los viejos sistemas: sociales, políticos, comerciales, educativos y religiosos también tendrán que evolucionarán espiritualmente, o se volverán del todo obsoletos.
Vivimos plenamente en la era del Amor
La nueva era, que tiene aproximadamente seis décadas, es la era del AMOR.
El amor es el estado natural de la vida, pero a veces nos olvidamos de esto. Sin embargo, ahora la conciencia está creciendo rápidamente en el hecho de que el Amor es todo.
Todo lo que no esté alineado con el Amor es irreal e ilusorio. Las sombras y los velos que han estado ocultando o disfrazando el Amor, actualmente se están disolviendo y desintegrando.
Llega el preciso momento en que todos toman conciencia de que la Realidad del Amor es la fuerza vital, es el campo en que todo ha sido creado. Su existencia es eterna y no conoce final. Y esto finalmente se reconoce y se honra cada vez más.
El sueño, o tal vez la pesadilla de muchos, es que la vida está cambiando más allá de lo imaginable, ya que un número creciente de personas se compromete plenamente con su estado natural: el AMOR, mientras lo viven y demuestran constantemente.
El caos y la confusión son muy evidentes en la política, los negocios y la religión. Y lo que es más terrible, en los conflictos militares, que probablemente se vuelvan insostenibles.
Se están formando nuevos grupos con mayores posibilidades de involucrarse en el mundo. Y estos nuevos grupos tienen más oportunidad de compartir y participar en discusiones, cuyo efecto es cada vez más marcado en todas las áreas de la vida y la actividad humanas.
Sin lugar a dudas es un momento emocionante e inspirador para encarnar como humano en el Planeta Tierra.
Se debe a que, a medida que el proceso de despertar colectivo cobra impulso, más y más personas se están dando cuenta de que el significado de la vida va más allá de la simple lucha por la supervivencia, a la que tantos se dedican a tiempo completo.
A medida que el amor fluye y sigue llenando innumerables corazones en todo el mundo, los valores que las personas honran y respetan se orientan cada vez más a la espiritualidad.
Esto lleva a muchas personas a anhelar con intensidad aliviar y erradicar totalmente la pobreza en todo el mundo, y al hacerlo, todo ese sufrimiento al que conduce.
¿Por qué sufre el ser humano?
El sufrimiento de una persona surge básicamente por esa sensación de no ser importante, de carecer de valor, de no ser vista o escuchada.
Todo aquel que encarna como ser humano se ha sentido así en mayor o mayor medida a lo largo de su crecimiento, desde la infancia hasta la edad adulta física. ¡Esta sensación de no ser valioso es devastadora!
Por eso es tan necesario que sepan que, como seres divinos, amados hijos de Dios, todos ustedes fueron creados en un estado de perfecta aceptación amorosa, en la que cada uno es un aspecto inseparable y esencial de Dios, permanentemente uno con Él. En este estado solo hay alegría.
Venimos al mundo olvidando nuestra esencia divina
Pero después de esto, encarnarse en forma humana y separarse por completo de esta forma divina es sencillamente atemorizante.
Al principio, mientras el ser humano se desarrolla en el vientre materno y suponiendo que la madre es feliz con su embarazo, todas las necesidades físicas son satisfechas de inmediato. Y el ambiente en el que se crece es cálido, seguro y acogedor.
Sin embargo, debido a la intimidad e inmediatez de la conexión entre una madre y su bebé, todos los productos químicos, los alimentos, bebidas, medicamentos y más que ella consume, además de sus propias emociones, todo, todo es compartido casi de inmediato con el bebé.
Por tal motivo, algunos perciben su estancia en el vientre materno como cálida, segura y confortable, mientras que otros, por el contrario, la sienten como un ambiente extremadamente tóxico, desde el punto de vista físico, espiritual y emocional.
En realidad la gran mayoría de las personas experimentan esta etapa de una manera intermedia, nunca totalmente perfecta e ideal, pero tampoco insegura del todo.
En consecuencia, a medida que el niño crece y se desarrolla, aprende a adaptarse al entorno para así sobrevivir en el mundo.
Quienes eligen encarnar en forma humana reconocen que van a experimentar dificultades. Pero debido a esa planificación tan intensa y tan brillante que precede a la encarnación, también saben que lo más probable es que tengan éxito durante sus vidas humanas.
No obstante, a causa de ese aspecto inevitable de la encarnación que es la amnesia, las personas se olvidan rápidamente de que son seres divinos. Y la cultura dentro de la cual encarnan se ocupa de lavarles casi completamente el cerebro, por así decirlo.
Dejemos que los niños aprendan el significado de la vida
Es así que se rebelan contra el dolor y el sufrimiento que sintieron en la infancia, en mayor o menor medida, al que después niegan o entierran, porque el dolor es demasiado intenso para soportarlo.
Esto lleva a las personas a sentir una intensa furia y a proyectar su infelicidad culpando a los demás, al resto del mundo o a Dios.
Por eso, la evolución espiritual, que es un aspecto importante del desarrollo humano, debería suceder gradualmente, a medida que la inteligencia del bebé va evolucionando, lo que permite y fomenta su curiosidad por investigar acerca del significado de la vida y del entorno en el que se vive.
Pero la mayor parte de las veces no ocurre así, ya sea porque el niño debe aprender paulatinamente las normas culturales de la sociedad en la que vive, o porque se le obliga a aceptar las creencias que su misma cultura sostiene.
Este desacuerdo existente entre la cultura y los deseos de aprender del niño, más su propia curiosidad, puede ser devastador, y por el bien de la paz, o incluso para poder sobrevivir, el niño es obligado a aceptar las creencias culturales de su entorno, y así su evolución espiritual se detiene.
Esta ha sido la experiencia de la gran mayoría de los humanos durante eones. Pero ahora esto está cambiando de una manera rápida y dramática. La red mundial ha sido de gran ayuda para alentar y estimular el intercambio de nuevas ideas, ampliándose cada vez más, para un mayor desarrollo.
Los sistemas de creencias restringidos, limitados y limitantes, ya no son aceptados sin cuestionamientos.
Nuevas ideas: celebrando el despertar de más y más almas
Esta apertura ante las nuevas ideas comenzó a ganar impulso realmente después de la Segunda Guerra Mundial.
Y más tarde, con las guerras que siguieron, esa misma sociedad, que ya había luchado en las dos grandes guerras, comenzó a cuestionar y a rechazar seriamente la insensatez que llevó al conflicto.
Ese mismo cuestionamiento y ese mismo rechazo siguen vigentes hoy en día, porque aunque para muchos los viejos métodos definitivamente dejaron de funcionar, ya que no consiguieron el objetivo de traer paz al mundo, todavía hay mucho de los antiguos sistemas autoritarios que persiste.
Aún quedan personas que sostienen estos puntos de vista, y que se rehúsan a reconocer que su actitud es responsable en gran medida del problema.
Afortunadamente ahora esto está cambiando muy rápido, a medida que los jóvenes que en vidas anteriores experimentaron un intenso sufrimiento en zonas de guerra, avanzan a posiciones de influencia.
Es en estas posiciones donde pueden compartir la sabiduría que han acumulado durante muchas vidas, y lograr los cambios necesarios en las actitudes y el comportamiento de las personas. Así florecerá el despertar colectivo de la humanidad.
Dios nos ha creado expresamente para ser felices
La intención divina es que la vida esté repleta de alegría, y cada ser que Dios ha creado, reconoce esta verdad en su interior.
Finalmente ese conocimiento está creciendo en la conciencia de un cada vez mayor número de seres humanos, independientemente de su origen étnico, raza, cultura o posición política o religiosa.
¡El punto de inflexión ha pasado! La humanidad se está moviendo muy rápida y oportunamente hacia ese despertar esencial que los llevará a todos a aceptar que son seres divinos, creados en el Amor, y que por lo tanto, buscan regresar a Él.
El amor es el campo de energía, el campo en el que surge la conciencia. Es la fuerza vital que fluye dentro de cada ser consciente, y a medida que la conciencia y la aceptación de la Verdad divina e inalterable continúa llenando los corazones de un número creciente de seres humanos, más y más despertares se irán sucediendo a escala global.
Verdaderamente, la celebración es la forma más apropiada de honrar todos los días, la inevitabilidad de vuestro despertar.
¡Cuando hay celebración, el conflicto es imposible!
Y cuando hay celebración, el amor brilla con fuerza.
Con mucho amor, Saul.
Puedes ver el mensaje original en inglés aquí:
https://sananda.website/saul-via-john-smallman-june-7th-2019/
Traducido por: Fanny Zapata, redactora y traductora de la gran familia de la Hermandad Blanca
MUCHAS GRACIAS SAUL.