Sexo espiritual, el sexo tántrico para lograr una conexión espiritual

Gran Hermandad Blanca
Sexualidad sagrada
Sexo espiritual, el sexo tántrico para lograr una conexión espiritual

El sexo es una maravilla, una entrega total y una manera de conectar con la otra persona. Considerado por muchos como tabú, por muchas religiones como prohibido antes del matrimonio, considerado en muchas culturas como algo sagrado, parte de un culto, y, sin embargo, no se puede negar que es una condición humana, propicia para el placer o la reproducción.

Dentro del mundo del sexo, es muy famoso el libro hindú El Kama Sutra, en el cual se muestra posiciones sexuales para una mayor conexión y goce entre la pareja. Y son los mismo hindús, los que pregonaron al mundo el sexo espiritual, como una forma, física, de alcanzar un nivel espiritual superior.

Este tipo de práctica de sexo espiritual, es conocida también como sexo tántrico, es decir, es una manera en la que se mezclan sensaciones físicas y emocionales, es una experiencia cuya finalidad es lograr un flujo de energía en la pareja, elevando el placer sexual entre la pareja.

Involucra la energía, es una conexión más allá de los planos físicos, a un nivel espiritual. Es por eso que se recomienda durante la práctica de sexo tántrico, movimientos lentos, controlados por ambos. Alternando la acción, o sea, mientras uno se mueve el otro permanece pasivo, y viceversa; con la finalidad de que la persona que se mantiene quieta mientras disfruta esté abierta a las sensaciones para disfrutarlas en su máximo esplendor.

El sexo tántrico, involucra a los chakras, es decir, los puntos de energía ubicados en el cuerpo; en esta práctica se concentra la energía en el chakra de la cabeza y la pelvis. El sexo espiritual, va más allá de la excitación, la penetración y orgasmo, incluso no considera al orgasmo como el final de la relación sexual, ni mucho menos hace de la penetración el aspecto primordial de la práctica. Puede resultar increíble, pero el sexo espiritual tiene como aspecto fundamental el sentir, sin importar el tiempo, que esto lleve, se trata sólo de disfrutar plenamente la experiencia, despejar la mente y dejarse llevar por la energía, más allá del deseo sexual.

La intención de que se evite tener al orgasmo como conclusión de la relación sexual, por lo que la atención es en conocerse muy bien, entenderse, comprenderse, llegar a estar en la otra persona, y conforme se va practicando continuamente, alcanzar una iluminación espiritual. Evidentemente si existe un orgasmo, pero no es la finalidad de realizar este tipo de práctica.

El sexo espiritual se recomienda practicar con una persona con la que ya sientas una conexión, que estén ambos abiertos a nuevas posibilidades, buscando alternativas que permitan lograr un vínculo más fuerte e intenso.

El yoga es una gran herramienta para mantener sexo tántrico, pues ayuda a la flexibilidad para lograr las posturas, mantener una respiración adecuada que ayude a equilibrar el cuerpo, mente y potencia sexual. Además de que se pretende que dicha actividad la realicen de igual manera en pareja, para mantener durante el acto sexual una respiración pausada, profunda y compartida, sintonizados y sincronizados.

Además, no se debe olvidar el juego previo y durante las relaciones sexuales, como las caricias, masajes sensuales, palabras que logren excitarlos y mezclar los gustos personales de ambos, para ayudar a aumentar el deseo sexual y retrasar el orgasmo. Son importantes los sentimientos que se tengan en la pareja, el uno por el otro, así como el nivel de compromiso entre ambos. Tener la paciencia para dedicar mucho tiempo a las caricias, al placer de sentirse y disfrutar de las diversas sensaciones que pueden provocarse más allá de las zonas erógenas, antes de consumar la relación sexual, abrazándose y quedándose quietos desnudos por un largo rato, penetrar y detener los movimientos, pequeñas prácticas que logren aplazar el momento del orgasmo.

Quizá sea el momento de animarte a crear un vínculo más intenso con tu pareja, lograr una conexión más allá de lo físico, una relación sexual que los una en mente, cuerpo y alma, confirmar la confianza del uno por el otro.