El valor de decir GRACIAS
Sabemos que la vida moderna nos mantiene corriendo para todo. Realizamos un sinfín de actividades en periodos de tiempo muy cortos y eso nos hace olvidarnos de las cosas importantes. O fomenta que no nos percatemos del entorno ni de las personas que nos rodean.
El valor de decir gracias, lamentablemente se está perdiendo. Y bien sabemos que ser agradecidos, es un rasgo inherente al ser humano. Perder esa capacidad de reconocimiento sobre la ayuda o servicios recibidos, nos va volviendo insensibles. O indiferentes ante las emociones ajenas. Es por ello que hoy te invito a reconsiderar esa actitud de agradecimiento dentro de ti.
Recibir un servicio o apoyo de otra persona, aunque dicha persona reciba una remuneración por dar ese servicio, no nos libera de la importancia de agradecer su trabajo.
Las abuelas, en su sabiduría adquirida, entendían el valor de decir gracias a cada momento que se nos presente la oportunidad. Por ello nos instruían desde muy jóvenes el respecto. Decir gracias, más allá de un formalismo de convivencia o de etiqueta social, es el franco reconocimiento a la labor de quienes nos brindan algún servicio o ayuda.
Sin importar en qué nivel de la escala socioeconómica te encuentres, a diario estarás parado en alguna de los dos extremos del concepto de gratitud. Si eres un gran empresario, tu trabajo se desarrolla en grandes panoramas financieros, pero igual es un trabajo y mereces que se te agradezca. Si por el contrario, eres un empleado de hotel y prestas tus servicios como chef, tu trabajo y esfuerzo deben ser valorados por aquellos que se benefician de él.
Todos, en algún momento del día, damos y recibimos un servicio a y de terceros.
Las oportunidades de ser agradecidos están en cualquier circunstancia de la vida cotidiana
Nos ha pasado muchas veces. Estamos formados en la fila del supermercado para pagar nuestras compras, cuando nos llaman al teléfono móvil. Atendemos la llamada mientras un amable cajero va marcando cada artículo y al final nos indica la cantidad a pagar. Por lo general, sacamos del bolso el dinero o la cartera y liquidamos la cuenta. Pero como estamos “ocupados” en nuestra importante llamada, una vez recibido el cambio, simplemente nos damos la vuelta y seguimos nuestro camino.
Es probable que al cajero no le importe nuestra indiferencia, pues lamentablemente es cada día mayor la cantidad de personas que actúan igual. Cualquiera podría jurar que los prestadores de servicios, un día se volvieron invisibles. Y es todavía más lamentable que sólo las personas educadas bajo los preceptos de la “vieja escuela” entiendan el valor de decir gracias, y conserve esa bella costumbre de externarlo verbalmente.
Pareciera que, para las nuevas generaciones, el valor de decir gracias, se perdió irremediablemente en el pasado. No es una crítica negativa ni generacional, es en pro del retorno de hábitos de actitud que se reflejan en nuestro bienestar físico, mental y emocional. Si bien es cierto que muchos de los servicios o apoyos que recibimos de otras personas, están sujetos a algún tipo de pago o remuneración, también es verdad que eventualmente esas personas podrían decidir no otorgarnos esos servicios, lo que de alguna manera complicaría nuestras actividades.
Es por ello, queridos hermanos en la luz, que hoy he querido hablarles de este tema que es tan importante. Incluso si el mundo entero no nos dice gracias ante nuestro trabajo o actividades, nosotros siempre debemos decirlo de corazón.
Entendiendo que la energía divina vive en cada ser humano y que el reconocimiento ante la pureza de esa energía es vital para mantener sana la propia espiritualidad y una actitud humana enfocada en la cordial convivencia con los demás.
Maestros, médicos, abogados, ingenieros, meseros, merecen nuestro agradecimiento. Incluso aquel desconocido que detiene su andar sobre la acera, para cedernos amablemente el paso. La palabra GRACIAS es de elevadas vibraciones. Pronunciarla con frecuencia nos genera enormes beneficios emocionales y espirituales.
AUTOR: Kikio, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
Para saber más:
Agradecer, por Shamanik Abjini
Es necesario Agradecer a la Madre Tierra. Mensaje del Maestro Adama (8-VII-2010)
siii….muchas, e infinitas gracias..!
si es dar gracias por que estamos respirando ,estamos aqui y los bienes recibidos.
Gracias