Anna Bonus KIngsgord: Sobre las vidas previas de Jesús (34)

En esta ocasión, la doctora Anna Bonus Kingsford (1846-1888) continúa presentando mensajes sobre Jesús. Insiste en el aspecto de las reencarnaciones, pero va a incorporar un elemento nuevo.

Se refiere a por que Jesús cumplió su tarea como hombre y no como mujer.

La respuesta que de Jesús contrasta con los esquemas que manejamos normalmente sobre la función del hombre y de la mujer en la historia.

Es importante recordar que la Doctora Kingsford trabajó por la liberación de la mujer, aunque no continuó con estos grupos ya que consideraba que muchas mujeres confundían los derechos de la mujer con el tener los mismos vicios que los hombres, como el tomar y fumar.

El texto que traducimos a continuación tiene como título: Concerning the Previous Lives of Jesus.

Como en las presentaciones anteriores, primero se presenta la traducción y luego unos comentarios para aportarle al lector otros puntos de vista que le permitan llegar su propia interpretación.

Esta mañana, entre el sueño y el despertar me vi, junto a otras muchas personas, caminando con Jesús en los campos cercanos a Jerusalén.

Mientras él nos hablaba, se acercó un hombre que lo miró con atención. Jesús se volvió hacia nosotros y nos dijo:

“Este hombre que se acerca es un vidente. Él puede conocer las vidas pasadas de un hombre mirando su cara.” Entonces, el hombre se acercó, Jesús lo tomó por la mano y le dijo:

“¿Cuál es tu lectura?

El hombre le respondió:

“Veo tu pasado, Señor Jesús y los caminos por los que has venido.”

Y Jesús le dijo:

“Dilo”.

Entonces el hombre contó que lo veía en el pasado por muy largas eras. Pero de todos los nombres que dio, solo recuerdo una encarnación, o quizás solo una me impresionó y fue la de Isaac.  El hombre siguió hablando  y enumerando las encarnaciones que veía hasta que Jesús moviendo su mano derecha dos o tres veces frente a sus ojos, le dijo: “Es suficiente” como si no quisiera que se revelase más.

Luego, me adelanté  y le dije: “Señor, tú nos has enseñado que la mujer es la forma más elevada de la humanidad y la última que se asume».

¿Cómo se explica que tú, el Cristo, te presentes aún en la forma inferior masculina?

¿Por qué no vienes a vivir la vida perfecta y a salvar al mundo como mujer? Ya que con seguridad, has alcanzado la feminidad”.

Jesús respondió:

“Yo he alcanzado la feminidad, tal como lo dices y he tenido la forma de mujer.

Pero hay tres condiciones en las que el alma retorna como hombre y estas son:

Primero

Cuando la tarea que el espíritu se propone lograr es de una naturaleza que no se ajusta a la forma femenina.

Segundo

Cuando el espíritu no ha logrado adquirir ciertos atributos del carácter masculinos en el grado necesario para la perfección.

Y tercero

Cuando el espíritu ha transgredido y se ha alejado del camino de perfección, degradando la feminidad que había logrado.

En el primero de estos casos el regreso a la forma masculina es solo externo y superficial. Este es mi caso. Yo soy una mujer en todo salvo en mi cuerpo.

}Pero, si mi cuerpo hubiese sido de mujer, yo no habría podido llevar la vida que necesito para hacer la tarea que debo realizar. No podría haber pisado los rudos caminos de la tierra, ni haber ido de una ciudad a otra predicando, ni haber hecho ayuno en la montaña, ni haber cumplido mi misión de pobreza y trabajo.

Por esta razón, yo soy una mujer vestida en un cuerpo de hombre para que pueda ser capaz de hacer el trabajo que debo realizar.

“El segundo caso es el del alma que habiendo sido mujer posiblemente muchas veces, ha adquirido más capacidad y disposición para las altas cualidades de la feminidad que las cualidades menores de la virilidad.

A tal alma, le falta energía, resolución y ese atributo particular del Espíritu que el profeta atribuye al Señor cuando dice, ‘El Señor es un hombre de la guerra’. Por esto el alma regresa en la forma de hombre para adquirir las cualidades que aún le faltan.

El tercer caso es el del reincidente, que habiendo obtenido casi la perfección, quizás incluso tocándola,  degrada y mancha su vestimenta blanca y debe regresar a la forma inferior nuevamente. Estos casos son comunes, ya que hay pocas mujeres que merezcan ser mujeres.

Estaba evidentemente segura que ese incidente realmente había ocurrido y que yo había participado en él, aunque no tengo ninguna constancia.

Este texto, como la mayoría de los trabajos de la Doctora Kingsford, es polémico. Su influencia sobre el pensamiento del siglo XX no es evidente ya que su nombre no es muy conocido, sin embargo,  es conocido que ya a finales del siglo muchas instituciones que habían sido totalmente masculinas comenzaron a aceptar a mujeres. En la Inglaterra del siglo XIX, la doctora Kingsford era muy reconocida y los periodistas la consideraban muy del momento.

En cuanto a los grupos esotéricos es conocido que influyó mucho en la aceptación de las mujeres en los puestos directivos de los mismos.

En el siglo XXI, a pesar de los avances de los movimientos feministas y del reconocimiento de los derechos de la mujer, estas ideas sobre los derechos de la mujer en el mundo espiritual siguen siendo avanzadas.

Reconocer que en Dios no solo hay aspectos masculinos, sino también femeninos suena atrevido para ciertos sectores.

Incluso quienes aceptan el concepto de reencarnación, pueden sentirse impresionados con la idea de encarnar unas veces como hombre y  otras veces como mujer.

Una de las ideas que se sugieren es que el mundo de la razón (masculina) será superado por el mundo de la intuición (femenina).

Es importante recordar que estos trabajos de la doctora Kingsford tienen mucho de simbolismo. Se necesita tener alma de poeta para lograr descifrar las implicaciones de estas ideas, no en el mundo material sino en la búsqueda espiritual de cada uno.

Anna Bonus Kingsford Concerning the Previous Lives of Jesus.

Anna Bonus Kingsford (1) Presentación

J. Contreras redactor y traductor en la gran familia de hermandadblanca.org

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