Cómo impacta la postura sobre tu autoestima y tu estado de ánimo
La postura, refleja mediante el lenguaje corporal, la calidad de nuestra salud física, nuestro estado de ánimo y el nivel de la autoestima. Una persona con mala postura, generalmente sufre de niveles bajos de autoconfianza.
En esta ocasión, analizaremos la importancia de mantener una postura correcta. Y de cómo, con ello, beneficiamos muchos aspectos de nuestra vida y salud. Revisaremos los descubrimientos científicos referentes a cómo impacta la postura sobre tu autoestima y tu estado de ánimo.
Recordemos que una de las bases del desarrollo evolutivo del ser humano, fue precisamente, la capacidad de mantenernos ergios. Movilizarnos mediante el uso de los pies, dejando libres los brazos y manos para otra actividad, repercutió en el proceso de adaptación y supervivencia que nos distingue.
En la actualidad, los seres humanos han ido acumulando estrés y cansancio, resultantes de sus actividades. Sin embargo, esto podría cambiar, si sólo reevaluáramos nuestra postura. Y dirigiéramos nuestra atención a corregirla,
Una buena postura, se refleja en nuestra salud, psique y estado emocional.
Adoptar posturas inadecuadas, puede acumular males y dolencias conforme pasa el tiempo. Dolores de espalda y articulación, están vinculados a la mala postura, aunque con frecuencia las atribuimos a otras causas.
Gracias a los procesos de industrialización y producción a gran escala, la ciencia pudo definir a importancia de la postura corporal. Sin ese factor que fue denominado como ergonomía, los seres humanos acumulaban dolencias óseas y musculares. Por otro lado, la ergonomía es parte del concepto de seguridad laboral. La adecuada postura nos garantiza realizar óptimamente nuestras actividades, sin cansancio y previniendo accidentes.
En la actualidad, la ergonomía se aplica a prácticamente cualquier actividad que desarrollemos. Desde la forma correcta de dormir, pasando por la rutina diaria de ejercicio y hasta la postura idónea para levantar objetos pesados o lavar la loza.
Existen, al alcance de todos, diagramas muy específicos de postura para conducir un vehículo, bañar a un bebé, sentarnos a comer o trabajar frente al ordenador. Incluso instrucciones precisas de cómo pararse y colocar articulaciones como rodillas, codos y hombros, para el correcto uso de herramientas. Ya sean de uso casero como taladros o destornilladores, o maquinaria pesada para la industria. Actividades tan simples como limpiar la nevera, no significan agotamiento si conocemos la ergonomía correcta para hacerlo.
En sus orígenes, la raza humana debió lidiar contra los elementos y otras especies animales, para garantizar su supervivencia. La postura erguida nos brindó confianza, pues alcanzamos mayor estatura y nuestra estructura muscular se entrenó para movernos rápida y eficientemente
Pero los aspectos de orden físico o biológico, no son los únicos que se ven impactados por una mala postura. Nuestro estado de ánimo, también resiente los efectos de caminar, sentarse, dormir o conducir de manera inapropiada.
Observa la imagen de arriba. Invierte cinco minutos para mirarla a detalle. Notarás que sólo el chico de la chaqueta color arena, sonríe y camina de forma relajada y segura. Su postura es erguida y camina apoyando bien las plantas de los pies. Por el contrario, el resto de los individuos caminan encorvados o con una marcada tendencia a inclinar el torso hacia adelante.
Encuestas y estudios relacionados, revelan que ocho de cada diez personas que mantienen posturas inadecuadas, declaran sentirse infelices. Lo preocupante, es que la mala postura se convierte en un hábito y, después de un tiempo, dejamos de ser conscientes de ella.
Detenerte a pensar sobre cómo impacta la postura sobre tu autoestima y tu estado de ánimo, te brindará un panorama concreto y realista de las deficiencias que puedes estar teniendo al respecto. E inclusive, puedes llevar esta observación a tus hijos y familia, para ayudarles a realizar los cambios pertinentes.
La postura erguida nos obliga a levantar la vista. Ello nos brinda un panorama amplio y concreto de lo que nos rodea. Por lo tanto ganamos seguridad y confianza
Hablando del terreno de la psique humana, un elemento clave de la autoconfianza es el hecho de mantener la vista alta. Quienes encorvan los hombros y el cuello y suelen mirar sus pies mientras caminan, por lo general son personas con baja autoestima. Parece increíble, pero los expertos en materia de comportamiento humano, aseguran que el simple hecho de levantar la cara y enderezar los hombros, poco a poco incrementa la autoconfianza y autoestima de los individuos.
Por ello, la recomendación es prestar atención a nuestra postura, a cada momento del día. Si hemos caído en el mal hábito de posturas incorrectas, la forma de corregir el problema es enfocar nuestra atención en adoptar la postura correcta para cada actividad. Es un proceso que lleva tiempo. Pero con la práctica, lograremos generar nuevos hábitos de ergonomía.
Al principio, puedes experimentar la sensación de que la alarma te interrumpe constantemente y te distrae. Pero considera que los beneficios que obtendrás al adoptar la postura correcta, bien valen la pena. Además, con el tiempo sentirás tanta autoconfianza y autoestima, que casi sin darte cuenta habrás generado hábitos de ergonomía adecuados.
Sentarnos adecuadamente proyecta una personalidad segura y nos genera confianza personal para desarrollar nuestras actividades y para la toma de decisiones. Si sentimos confianza, la contagiaremos a quienes nos rodean.
La apariencia que proyecta una persona encorvada y con la vista baja, dista mucho de la imagen que un individuo con liderazgo y autoconfianza, desea generar. Recordemos que la autoconfianza, crea confianza en nuestro entorno. Si estamos inmersos en el mundo laboral o ejecutivo, es muy importante que nuestros compañeros de trabajo, encuentren en nuestra actitud, la confianza necesaria para desarrollar cualquier proyecto.
Y para eso la postura correcta es pieza clave. Si tu autoestima es elevada y equilibrada, todos a tu alrededor lo notarán y podrás estructurar equipos de trabajo eficientes, dinámicos y sólidos.
Adoptar el hábito de buenas posturas, nos generará grandiosos sentimientos de seguridad y reforzara nuestra autoestima. Impactando positivamente cuerpo, mente y emociones.
La postura correcta, impactará esencialmente todos los rubros de tu vida. Tu actitud en general será de entusiasmo, seguridad y alegría. Es por ello que los expertos insisten en generar hábitos de ergonomía saludables.
En los ámbitos personal, familiar y laboral, tus actividades se verán beneficiadas gracias a mantenerte erguido y con la frente en alto. La ergonomía, puede brindarte un bienestar integral, que contemple la salud de tu cuerpo, mente y emociones.
Hay un truco muy sencillo para empezar a cambiar tus hábitos de postura. Se trata de que uses una herramienta de tu teléfono móvil. Programa una alarma para que suene cada diez minutos. El ejercicio consiste en que, cada vez que la escuches sonar, analices tu postura. Y realices las correcciones pertinentes, según el parámetro de ergonomía aplicable a la actividad que estés desarrollando.
Decídete a observar tu postura y a adoptar la que sea correcta. Tu vida cambiará y tus emociones y autoestima también serán saludables.
AUTOR: Kikio, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
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