LOS ANILLOS: su relación con los siete rayos.
Los anillos son uno de los accesorios más importantes a la hora de completar la indumentaria y las manos son una parte del cuerpo en las que se fija la gente al conocerse. En el lenguaje corporal las manos pueden decir más de si mismos que las palabras, por lo que es realmente importante que las manos luzcan lo mejor posible para dar la mejor versión de nosotros. El proceso de “unirnos por siempre” a nuestro Ser amado comienza con la compra del anillo de compromiso; luego, durante el matrimonio, ese compromiso de amor eterno se sella con un par de argollas que los esposos usan por el resto de sus vidas.
¿Nos hemos preguntado de dónde viene esta tradición?
¿Nos hemos puesto a pensar cuál es el significado de los anillos según el dedo donde lo llevemos puesto?
Una teoría originada en China explica que cada uno de los dedos de la mano representa un vínculo. Así pues, los pulgares representan a los padres, los índices a los hermanos, los dedos del corazón nos representan a nosotros mismos, los anulares a la pareja y los meñiques a los hijos.
Los arqueólogos han encontrado evidencias de que en el antiguo Egipto era costumbre que las mujeres casadas llevaran un aro circular de oro en el dedo anular de la mano izquierda como símbolo de compromiso y pertenencia a su esposo. Los romanos se apropiaron también de esta tradición y el anillo que llevaban las esposas era de hierro, y representaba ante la sociedad el respeto y compromiso hacia la unión en matrimonio.
Tanto para los egipcios como para los romanos el círculo significaba eternidad, pues es una forma que no tiene principio ni fin, y esto era lo que esperaban de su matrimonio. Por otro lado, una antigua creencia, escrita por los autores romanos Aulus, Gellius y Macrobius, narra que la vena “amoris” lleva sangre directamente desde el corazón hasta el cuarto dedo (el anular) de la mano izquierda, por lo que, usando el anillo de matrimonio en ese dedo, siempre estaría conectado al corazón.
Si juntamos las palmas de las manos y las yemas de los dedos, y doblamos hacia adentro los dedos del corazón apuntándolos hacia abajo, descubrimos que, al tratar de separar los dos dedos pulgares, índices y meñiques, lo haremos sin problema alguno; sin embargo, si tratamos de hacerlo con los anulares, estos no se separarán. El anillo de matrimonio ha de usarse entonces en ese dedo para que la pareja nunca se separe y su amor dure por siempre.
En este artículo veremos cómo dos series de televisión recientes dan importancia a los anillos como fuentes de poder.
La rueda del tiempo.
La rueda del tiempo es una saga de novelas de alta fantasía escritas por el autor estadounidense James Oliver Rigney, Jr. bajo su seudónimo de Robert Jordan. En la mitología de la saga, una deidad conocida como el Creador creó el universo y la Rueda del tiempo, que gobierna toda la existencia.
La Rueda tiene siete rayos, cada uno representa una «edad» o fase de la historia, y gira bajo la influencia del Poder Único, que fluye de la Fuente Verdadera compuesta de mitades masculinas y femeninas (saidin y saidar). Los humanos que pueden usar este poder se llaman ‘canalizadores’; su principal organización en los libros son los Aes Sedai o «Siervos de todos». El Creador había aprisionado su antítesis, Shaytan, ‘el Oscuro’, pero debido a un experimento de los Aes Sedai de la antigüedad, la influencia de Shai’tan se desata por error en el mundo.
La saga se basa en numerosos elementos de la mitología europea y asiática, sobre todo la naturaleza cíclica del tiempo que se encuentra en el budismo y el hinduismo, los conceptos metafísicos del balance y la dualidad, y el respeto por la naturaleza que se encuentra en el taoísmo. Además, su historia de creación tiene similitudes con el «Creador» (Luz) del cristianismo y «Shai’tan» (El Oscuro), Shaytan es una palabra árabe que en contextos religiosos se usa como un nombre para el Diablo. También se inspiró en parte en Guerra y paz de León Tolstói (1869).
Las Aes Sedai -“Siervas de todos” según la Antigua Lengua forman uno de los grupos más fascinantes de La rueda del tiempo. Una especie de Vaticano con magia que solo está formado por mujeres y que está repleto de intrigas y tensiones. Las Aes Sedai son el más importante grupo de mujeres con la capacidad de encauzar el Poder Único, herederas de las heroínas de leyenda que han convertido la Torre Blanca -en la ciudad de Tar Valon- en el centro de las intrigas de las Tierras Occidentales. Se organizan en siete Ajah, diferenciados por el color de sus ropajes, y cada uno de ellos está dedicado a una misión, tiene sus propias reglas y costumbres y está gobernado por una líder que las demás Aes Sedai de los otros Ajahs desconocen.
El azul es el Ajah de las causas justas, volcado en buscar y defender la justicia en el mundo. Como la mayoría de las Aes Sedai las hermanas azules suelen unirse a un único Guardian, sin embargo, tienen prohibido contraer matrimonio. El Ajah Rojo está dedicado a capturar a los hombres capaces de encauzar el Poder Único antes de que enloquezcan y vuelvan a causar estragos en el mundo. Conocido como el “Ajah de Batalla” el Ajah Verde está consagrado a combatir a los Engendros de la Sombra, como los trollocs, y a mantenerse preparadas para la Última Batalla en la que la luz se enfrentará a la oscuridad.
Consagrado a la Curación, el Ajah Amarillo está especializado en la sanación, un don donde destacan sobre todas las demás. Las de Blanco son las frikis de la Torre Blanca, únicamente preocupadas por la lógica. Es el Ajah menos numerosos de todos, obvio, y al igual que sus hermanas rojas rara vez se vinculan a un Guardián. El Ajah Gris es el servicio diplomático de la Torre Blanca. Está dedicado a la política y mediación entre los gobiernos del mundo para construir la paz y la armonía entre las naciones. Algo así como la ONU, y con menos éxito. Las del Ajah Marrón se dedican a la investigación y al conocimiento, pero con una pasión que no tienen sus hermanas blancas.
La líder suprema de las Aes Sedai no pertenece a Ajah alguno y está representado por los siete colores del resto de grupos. La Amyrilin es elegida por la Antecámara de la Torre, algo así como el Consejo Cardenalicio que elige al papa, su cargo es vitalicio salvo que haya una rebelión. El octavo Ajah, el negro, aunque sus miembros permanecen en secreto, es un Ajah formado por Amigas Siniestras que trabajan para el Oscuro infiltradas entre todas las demás Aes Sedai, así que pueden encontrarse en cualquiera de los siete Ajahs.
Vemos cómo las mujeres se organizan en grupos de manera similar a los Ashramas del hinduismo y son ellas las que portan los anillos. En la Edad Media, las religiones judeo-cristianas adoptaron la tradición del anillo matrimonial romano y establecieron la entrega de éste durante la ceremonia de matrimonio, esto lo encontramos consignado en el Libro de La Oración Común, del rey Eduardo VI de Inglaterra, de 1549, donde se especificó además que el hombre le debía entregar el anillo a la mujer diciéndole “con este anillo te desposo”.
También fue durante la edad media que los anillos matrimoniales empezaron a incluir piedras preciosas y palabras o mensajes grabados en el metal. Estos nuevos anillos simbolizaban la unión entre la fortaleza y cualidad inquebrantable de las piedras con la eternidad del aro, para representar un matrimonio “más fuerte que la muerte”, y adicionalmente tenían inscripciones que primero fueron fragmentos de poemas y luego eran palabras o frases que simbolizaban la pertenencia a una persona en específico; estos mensajes se grababan por dentro y por fuera de los anillos.
Los anillos de poder.
Los Anillos de Poder son anillos mágicos ficticios que aparecen en las obras que escribió J. R. R. Tolkien acerca de la Tierra Media, en particular, en su trilogía de la novela El Señor de los Anillos, la cual en una de ellas, el Anillo Único, cumple un papel esencial en la narración.
Fueron creados por Altos Herreros Élficos en el comienzo de la Segunda Edad del Sol. Estos anillos tenían la particularidad de poseer grandes poderes imbuidos por sus creadores con el objetivo de preservar la vida en la Tierra, pero fueron todos corrompidos por Sauron el Maia, pues él contribuyó a crearlos con el fin de someter a todos los pueblos de la Tierra Media.
Los Tres tenían el poder de crear, preservar y curar. Se dice que, debido a los poderes de estos anillos, el ambiente de los lugares en donde se encontraban se hacía más ameno y el lugar mucho más hermoso, además de que el tiempo transcurría más lentamente. Los poderes de los anillos élficos son los siguientes:
- Vilya, el Anillo Azul, se dice que podía embellecer el lugar donde vivía su portador y era capaz de curar las heridas causadas por el mal en la Tierra Media.
- Nenya, el Anillo Blanco, portado por Galadriel, era capaz de preservar las cosas sin mancha ni deterioro. Su poder era tal, que se dice que el tiempo no transcurría de la misma forma en Lothlórien que en el resto de la Tierra Media.
- Narya, el Anillo Rojo. Su poder era el de encender los corazones de las personas para que realizaran actos heroicos más allá de lo que pudieran alcanzar por sí mismos.
Los portadores de los siete anillos fueron los Reyes de las Siete Casas de los Enanos.
Los otros nueve anillos fueron ideados por Sauron para corromper a los Hombres y dominarlos a su merced; los que usaron los Nueve Anillos se transformaron con el pasar del tiempo en los Nazgûl. Fueron entregados a nueve reyes de los Hombres, tres de los cuales eran Numenóreanos Negros y uno era un Hombre del Este. Los Nueve, le dieron a sus portadores poderosas habilidades mágicas y les dio la habilidad de influir en la voluntad de las personas.
Vemos cómo tres más siete nos conforman el primer diez, así como el nueve más uno. También se puede ver cierta relación entre las gemas y los anillos. Durante el periodo de las guerras ocurridas en la primera mitad del siglo XX y la gran depresión económica de los años 29 y 30, las joyerías redujeron su producción a tal punto de solo fabricar joyas con materiales económicos que estuvieran al alcance de toda la población, que estaba empobrecida; esto hizo que en la mayoría de anillos, sobre todo en los de compromiso, se usaran piedras mucho más baratas que el diamante. Se creyó incluso que este iba a ser el fin de la tradición del anillo de compromiso con diamante.
Sin embargo, en 1947, recién terminada la Segunda Guerra Mundial, la casa joyera inglesa De Beers, cuya especialidad habían sido y son los diamantes, altamente preocupada por la baja demanda de esta piedra preciosa lanza una campaña de mercadeo donde usa el slogan “un diamante es para siempre”. Fue tan exitosa que los novios volvieron a comprar anillos de compromiso con diamantes para sus futuras esposas, y la tradición fue reestablecida.
En la antigüedad los hombres entregaban sus anillos a personas con las que hacían pactos y cerraban contratos como símbolo de su compromiso a cumplirlos; tal vez de aquí haya surgido que los egipcios le regalasen anillos a sus esposas, después de todo muchos matrimonios se arreglaban por conveniencia y resultaban siendo meramente contratos.
El anillo de los nibelungos.
Los nibelungos son enanos oscuros que vivían en las profundidades de la tierra y se dedicaban a la extracción de metales. Poseían un enorme tesoro que se encontraba en el fondo del río Rin y habían robado a las ninfas que lo custodiaban. El rey de los nibelungos poseía un anillo que tenía poderosas propiedades mágicas y atraía la desgracia a su portador. El caballero Sigfrido mató a los príncipes nibelungos Nibelung y Schilbung tras discutir con ellos sobre la forma de repartir el tesoro.
Leyendas alemanas cuentan la historia del príncipe Sigfrido, que después de haber forjado una formidable espada y convertirse en un herrero excelente debe volver al castillo de su padre. Luego conoce la historia de la hermosa princesa Krimilda y decide abandonar de nuevo el castillo de su padre para salvarla.
El Cantar de los nibelungos reúne muchas de las leyendas existentes sobre los pueblos germánicos, mezcladas con hechos históricos y creencias mitológicas y, por la profundidad de su contenido, complejidad y variedad de personajes, se convirtió en la epopeya nacional alemana, con la misma jerarquía literaria del Cantar de mío Cid en España y el Cantar de Roldán en Francia. El compositor alemán Richard Wagner se inspiró en alguna medida en este poema épico y en la tradición mitológica germánica y nórdica para componer la tetralogía operística El anillo del nibelungo.
Sigfrido es un héroe legendario de la mitología germánica, que al matar a un dragón y bañarse con su sangre, se volvió inmortal. Sigfrido desposó, luego de algunas hazañas, a Krimilda, y logró para el hermano de ésta, Gunther, la mano de la huraña valquiria Brunilda. Trocando sus anillos, Sigfrido tomó la apariencia de Gunther y superó ciertas pruebas que solo el héroe podía superar. Brunilda desde entonces consideró superior a su marido, hasta que Krimilda le refirió los verdaderos hechos. Desde entonces, Brunilda preparó la venganza, que ejecutó Gutorm, hermano de Gunther. Dicha venganza consistía en revelar al ejecutor el lugar exacto donde la piel del héroe no estaba protegida por la sangre del dragón.
Vemos cómo los anillos han estado relacionados con el Dragón. En la película Shang Chi, los diez anillos hacen referencia a los diez discos en la columna vertebral, cinco sacros y cinco lumbares. A su vez, los dedos están en relación con uno de los siete chakras. Se puede ver en la imagen la relación del dedo medio con el plexo solar. Finalmente el lector establecerá las correspondencias entre los siete chakras con los siete rayos.
También se puede abordar los anillos desde el punto de vista genético, pues los aminoácidos se agrupan en familias genéticas conocidas como los 21 anillos codónicos.