Motivación (2) El biógrafo que quería salvar a su héroe
Motivación (2) El biógrafo que quería salvar a su héroe.
Introducción
Seguimos estudiando la motivación en función de la metas. En esta ocasión vamos a estudiar los errores que se cometen en la vida. Reconocer que incluso los grandes hombres y mujeres que son ideales para mucha gente tenían defectos y cometieron errores. Un artículo vinculado a este tema es Ejercicios para aplicar el concepto del karma
Tenemos que comprender que cuando cometemos errores es porque no hemos definido bien nuestras metas y no sabemos cómo llegar a ellas. Necesitamos aprender.
El biógrafo que quería salvar a su héroe.
Imaginemos que queremos escribir la biografía de una persona a quien apreciamos mucho. Para esto necesitamos tener mayor información de la que se conoce normalmente sobre esa persona. Pero un día descubrimos que esa persona tenía defectos, e incluso defectos que nosotros no disculpamos.
Podemos evitar ese tema en nuestra biografía, sobre todo si son hechos desconocidos por el público.
Podríamos ocultar las pruebas para evitar que otro las descubra.
Incluso podríamos inventar una historia que sea lo contrario de los hechos que hemos descubierto.
Queremos salvar a nuestro héroe. Pero nos estamos perdiendo nosotros. ¿Cuántas veces nos ha ocurrido que las personas que apreciamos, sea en nuestra vida personal o en la historia, se nos desmoronan cuando descubrimos que tenían defectos? ¿Cuál ha sido nuestra reacción?
El héroe es el centro de la obra. Cuando leemos una novela, sufrimos con los defectos del personaje principal. Queremos que sus cualidades borren sus defectos. Incluso disculpamos sus defectos. Pero al hacer esto nos estamos engañando. No queremos ver la verdad.
Nuestros héroes somos nosotros mismos. Queremos perdonarnos, pero sin hacer esfuerzo. Otras veces queremos castigarnos, pero eso tampoco nos libera. Hay una frase que podemos recordar en esos momentos:
“Solo la verdad te hará libre”.
La verdad exige reconocer nuestros defectos y reconocer los defectos de los demás sin criticar, ni a los demás, ni a nosotros. La verdad está en reconocer que si queremos ser libres ya estamos en camino de la perfección.
Motivación: Dirección hacia una meta
Aquí entra el tema de la motivación como dirección hacia una meta. Si cometemos errores es porque estamos alejados de la verdad y debemos acercarnos a ella. Así que en vez de ocultar los errores debemos descubrir la causa del error.
Debemos tomar en cuenta que cuando cometimos ese error teníamos una meta. ¿Cuál fue esa meta? Es posible que hayas logrado esa meta, pero el precio fue muy alto. También es posible que esa no era tu meta real, sino un escape por que no te querías hacer responsable.
La idea es comprender que todo lo que haces tiene una meta, propia o de alguien más. Si lamentas el error, debes hacer un esfuerzo para comprender el error en función de lo que querías lograr.
Debemos tomar en cuenta que cuando cometimos ese error teníamos una meta.
Un biógrafo que quiere salvar a su héroe ocultando la verdad o mintiendo abiertamente, se está convirtiendo en un antihéroe. Más honesto sería tratar de comprender que es lo que nuestro héroe ignoraba y que le impidió tener mayor control de su vida.
Incluso sería más honesto reconocer que hubo áreas de la vida de este héroe en las que lucho, adquirió experiencia y se destacó, pero que hubo otras áreas en las cuales no se esforzó mucho y se dejó llevar por sus bajas pasiones. Esto sería muy instructivo para sus lectores.
Somos nuestros propios héroes
Pero hemos dicho que nosotros somos nuestros propios héroes. Aunque no escribamos nuestras vidas, cada día recordamos algo de nuestra biografía. De algunas cosas estamos muy orgullosos, de otras no tanto y de algunas estamos totalmente decepcionados. Incluso la Psiquiatría nos dice que hay cosas que decidimos olvidar porque no estamos listos para aceptarlas y superarlas. Pero aquí solo nos importa lo que recordamos en nuestra vida, en nuestra novela, en la que somos el personaje principal.
¿Cómo salvar a nuestro héroe?
¿Cuál es la propuesta para salvar a nuestro héroe, es decir, a nosotros mismos?
Podemos dirigir la vida de nuestro héroe (Nosotros) hacia la perfección que queremos. Recordemos esa otra frase de la Biblia:
“Sed perfectos como vuestro padre celestial es perfecto”.
No hay nada malo en querer ser mejores. Lo que importa no es que tengamos defectos, lo que importa es nuestra decisión de ser mejores.
Por esto no tiene sentido el culpabilizarnos, y menos el tratar de ocultar nuestros errores. Como héroes debemos tener la valentía para dar un paso hacia una vida mejor.
Debemos tener claro que si cometimos errores era porque ignorábamos la verdad. Es posible que nos sea difícil superarnos porque queremos hacerlo sin reconocer que en muchas áreas somos ignorantes. “Solo la verdad te hará libre”. Para conocer la verdad debemos estar dispuestos a aprender.
Lo que nuestro héroe no sabía
Así que en la biografía de nuestro héroe debemos incluir que es lo que no sabía. En nuestra propia biografía debemos tener claro que es lo que nos impide ser mejores, que es lo que no sabemos. Es decir, debemos reconocer que si queremos ser mejores debemos aprender sobre lo que todavía desconocemos.
Esto implica vincularnos a personas que no tienen esos defectos. Ellos deben conocer algo que nosotros no apreciamos todavía. De igual manera, debemos alejarnos de quienes tienen los defectos que queremos superar, ellos ignoran la causa de esos defectos y no tienen otra cosa que ofrecernos sino su ignorancia en ese ámbito.
Comenzar es cometer errores
Si comprendemos el sentido del héroe en una novela o en un mito, nos daremos cuenta que es alguien ignorante que al principio comete muchos errores y que con el aprendizaje y con la experiencia va descubriendo la verdad y la mejor manera de actuar. El héroe aprende y se arriesga a aplicar lo aprendido. El héroe fracasa y se levanta para mantenerse en su meta de superación.
El héroe llega a la meta
Si se hubiese rendido, jamás habría llegado a su objetivo, jamás habría aprendido. Nosotros somos nuestros propios héroes y cada día estamos escribiendo nuestra biografía.
No nos hagamos trampa, no nos engañemos ocultando nuestros defectos, ni culpándonos para no avanzar. Olvidemos el error y sigamos cada día como si fuese la primera vez. Es cierto que los errores pueden ser un peso que nos ata al pasado.
Pero nuestra acción de hoy en un sentido diferente es nuestra liberación. Si seguimos actuando como antes, seguiremos en esa prisión, pero si hacemos algo diferente hacia la meta de la liberación tendremos resultados diferentes que nos liberarán de esa prisión.
Si seguimos actuando como antes, seguiremos en esa prisión, pero si hacemos algo diferente hacia la meta de la liberación tendremos resultados diferentes que nos liberarán de esa prisión.
No pierdas el camino
Tomamos un camino porque consideramos que nos lleva a una meta. Si esta es noble debemos insistir en descubrir cuál es el siguiente paso. Las metas son como direcciones que desconocemos. Sabemos a dónde queremos llegar, pero tenemos que preguntar cómo se llega, algunas respuestas nos van a alejar, otras nos acercarán, pero tenemos que aprender a distinguir las respuestas acertadas de las que no lo son.
En muchos casos tenemos que hacer el camino, pero siempre debemos dar un paso más. La única manera de no llegar es no saber cuál es la meta. Si sabes cuál es la meta, podrás comprender cuando te acercas y cuando tomas el camino equivocado. Pero si no tienes metas, nunca llegarás porque todo será igual para ti, un sinsentido.
Por esto en la bibliografía de nuestro héroe, habría que preguntarse qué metas tenía en la vida, cuales logró y cuales dejo a medio hacer.
Tendríamos que preguntarnos si aprendió de esos errores que quisiéramos que se olvidaran, pero sobre todo, debemos descubrir cuáles eran sus metas al cometer esos errores. No lo culpes, no lo disculpes solo reconoce que en algunos aspectos todos somos ignorantes, también los héroes.
Bibliografía
Ejercicios para aplicar el concepto del karma
José Contreras redactor y traductor en la gran familia de hermandadblanca.org
Anna Bonus Kingsford: Sueño (2) El tren sentenciado
Arnold Schweinzer Premio nobel (1) Reverencia a la vida