Reflexiones: ¿Qué es el Tiempo?. Objetividad Vs. Subjetividad

¿Qué es el tiempo? es quizás una de esas preguntas trascendentales que genera más controversias entre las diferentes disciplinas que buscan darle respuesta. Cada disciplina, desde su óptica, ha buscado conceptuar el tiempo de la manera que más se ajusta al propósito de su área de gestión, sin entrar en el meollo de la pregunta de ¿qué es lo que realmente medimos cuando medimos el tiempo?, así tenemos tiempos geológicos, cosmológicos, históricos, psicológicos y hasta relojes biológicos. Lo común a todos estos tiempos es el tiempo mismo, como ente cuya naturaleza enigmática y misteriosa nos atrae y a la vez nos confunde.

En la mitología el tiempo era un asunto reservado a los dioses, quienes no solo tenían potestad sobre los tiempos universales, cosmológicos, sino también sobre los tiempos individuales de la vida y la muerte. Una de las características atribuida a los dioses en general es la eternidad, que demuestra el control total que se les atribuía sobre el tiempo desde su inicio hasta su fin. Esa misma característica de eternidad también ha sido heredada por los dioses de las religiones actuales.

Pero más allá de los conceptos mitológicos y religiosos del tiempo, ¿Qué dice o que ha dicho la Ciencia sobre este misterioso compañero de viaje?, como yo lo veo, básicamente hay dos enfoques que buscan dar respuesta a esta pregunta, un enfoque objetivo liderado por la ciencia, especialmente por la Física y la Cosmología, que ve el tiempo como una variable física más, como la distancia, la velocidad o cualquier otra variable física y el otro enfoque, el subjetivo, que ve el tiempo como un objeto sujeto a ser percibido por nuestra mente o consciencia de múltiples maneras. Este es el enfoque común a todas las personas desde sus vivencias en el día a día.

Desde este enfoque podemos decir que el concepto del tiempo ha vivido dos grandes etapas, la etapa del tiempo absoluto de Newton y la del tiempo relativo de Einstein. Para Newton el tiempo era “absoluto, verdadero y matemático por sí mismo y por su propia naturaleza y fluía uniformemente y sin referencia a nada externo”. Según esta visión, el orden y la “distancia temporal” entre varios eventos serían iguales para varios observadores, independientemente de su ubicación y su velocidad. Esta misma concepción de independencia de factores externos también la aplicaba Newton para el espacio, el cual era independiente del tiempo y de los eventos que ocurrían en él.

Esta manera newtoniana de comprender el tiempo y el espacio,  junto con la ley de la gravedad y las llamadas “tres leyes de Newton”  fue exitosa durante dos siglos en dar explicación a los problemas de la mecánica clásica, pero a principios del siglo XX, con la formulación de las “teorías de la relatividad”  especial y general de Albert Einstein esto cambió radicalmente, dado que según estas teorías espacio y tiempo son parte de una misma entidad de cuatro dimensiones llamada espacio-tiempo, que no es independiente de factores externos. Desde este punto de vista espacio y tiempo son inseparables, no son absolutos y su medición se verá afectada por la velocidad relativa entre los observadores de los mismos eventos, así como también por la intensidad del campo gravitatorio en el que se encuentran los observadores.

Desde el punto de vista práctico, la teoría de la relatividad predice que para un observador que se mueve a mayor velocidad que otro respecto a un mismo punto de referencia, el tiempo transcurrirá más lentamente que el tiempo del observador que se mueve a menor velocidad y la diferencia de velocidad en el transcurrir de ambos tiempos será mayor a medida que la diferencia de velocidad entre ambos observadores sea mayor. El mismo efecto de diferencia de velocidad en el transcurrir del tiempo lo tendrá la ubicación de un observador en un campo gravitatorio de mayor intensidad que el de otro observador. El tiempo transcurrirá más lento para el observador ubicado en el campo de mayor intensidad.

Estas predicciones de la teoría de la relatividad han sido verificadas en la práctica. Por ejemplo, los relojes ubicados en las naves espaciales que se mueven a miles de kilómetros por hora respecto a los ubicados en la tierra se atrasan respecto a estos, mientras que los ubicados en los satélites que orbitan la tierra se adelantan, al estar sometidos a un campo gravitacional de menor intensidad, el de la tierra, al que están sometidos los relojes en la tierra, que están más cerca del centro de gravedad terrestre.

Como veremos más adelante en el enfoque subjetivo del tiempo, una de las preguntas recurrentes entre los que nos preguntamos ¿qué es el tiempo? y a la cual esperaríamos que la ciencia le tuviera una respuesta,  es si el pasado, el presente y el futuro realmente existen o si son una ilusión, una construcción mental. Según la concepción relativista el pasado sigue existiendo en algún punto del espacio-tiempo, el presente existe como punto de transición entre pasado y futuro y el futuro es una potencialidad cuya existencia depende de la trayectoria de la línea del tiempo que tomemos en el presente.  En mi artículo “Vivir en el presente”  incluyo información sobre algunos experimentos científicos que buscan  determinar cuánto dura ese instante que llamamos presente o “el ahora”.

Ahora bien, ¿Qué características tiene el tiempo que nos permiten verlo y tratarlo de una manera objetiva?:

• El tiempo siempre avanza en un mismo sentido que es irreversible, “de un antes a un después”, aunque esa velocidad de avance, según la relatividad, pueda ser diferente para varios observadores.
• El tiempo es medible. La “distancia temporal” entre dos eventos se puede cronometrar, aunque su valor, según la relatividad, pueda ser distinto para varios observadores.

Estas características nos permiten utilizar el tiempo como una variable objetiva en los cálculos de la física.

Bajo este enfoque entramos en el escabroso campo de la subjetividad, en el cual se busca dar respuesta a ¿Qué es el tiempo? desde el punto de vista intuitivo y de la experiencia de ¿Cómo lo percibimos?, lo cual, si bien es cierto que nos acerca a una conceptualización más íntima, más individual y más propia, también nos aleja de la posibilidad de consensuar un mismo concepto, lo que en general provoca más polémicas y más preguntas que respuestas, cuyo lado positivo sería la oportunidad de conocer otras maneras de concebir el tiempo.

Si les preguntamos a un filósofo analítico y a uno reflexivo ¿Qué es el tiempo?, con seguridad sus respuestas serán diferentes, más conceptual la del primero y más intuitiva la del segundo. Si lo hacemos a un poeta, un músico y un bailarín sus respuestas serán también distintas entre sí, más asociadas al “ritmo” de las palabras, al de la música y a los del cuerpo respectivamente y seguramente muy diferentes a las respuestas de los filósofos. Sin embargo, hay percepciones y preguntas que muchas personas comparten que nos pueden dar una idea de que se trata este enfoque subjetivo del tiempo, entre ellas podemos mencionar las siguientes:

• Si el pasado ya no es, si el futuro no ha llegado y la naturaleza del presente es dejar de ser para convertirse en pasado, ¿existe realmente el tiempo?, Aristóteles y San Agustín afrontaron este mismo dilema y seguramente muchos de nosotros nos hemos hecho esta misma pregunta. ¿Cuál es la respuesta?, desde este enfoque subjetivo cada quién tendrá la suya.
• Desde este punto de vista subjetivo, ese punto del espacio-tiempo del que habla el enfoque objetivo, en el cual el pasado sigue existiendo es nuestra memoria que lo mantiene como un recuerdo. Él presente es “el ahora” que vivimos a cada instante y cuya duración también es subjetiva y el futuro, al igual que el pasado, está en nuestra mente como una potencialidad de lo que va a suceder con base en el ahora que estamos viviendo. Desde el punto de vista científico tocaría entender como nuestra mente subjetiva se conecta con esos puntos “objetivos” del espacio-tiempo.
• Lo que desde el punto de vista objetivo es la cronometría, o medición exacta del tiempo, en lo subjetivo es su duración, la cual varía por circunstancias propias a cada individuo.
• En general todos percibimos que una hora bajo un sol inclemente es “más larga” que una hora a la sombra. Pareciera obvio el motivo, pero cuán más larga o más corta nos parecerá esa hora es algo muy personal y subjetivo.
• Es común oír decir “este año o este mes se está yendo muy rápido” y pareciera que a mayor edad el tiempo se nos va más rápido. Pienso que esa percepción se debe a que la proporción que representa un año o un mes en comparación con la edad es cada vez menor a medida que esta aumenta y por eso percibimos que duran menos.
• Mientras más tiempo necesitamos para realizar una tarea sentimos que este se nos va más rápido.
• Una actividad desagradable pareciera no terminar nunca, mientras que una agradable pareciera durar muy poco.
• También podemos ver diferencias en la percepción del tiempo entre diferentes culturas. Para los occidentales la característica preponderante del tiempo es ser cuantificable, mientras que en oriente lo más importante es la calidad de aquello en lo que invertimos nuestro tiempo. En occidente el tiempo es lineal e irreversible, mientras que en oriente se percibe como pequeños y grandes ciclos que se repiten.
• Hay incluso ejemplos un tanto extremos en la percepción subjetiva del tiempo. Para algunos vivir mucho tiempo es una bendición, mientras que para otros es una contrariedad, algo no deseado.

Con seguridad cada uno desde su propia experiencia podrá encontrar percepciones subjetivas que ha tenido o tiene para complementar esta breve lista, la cual induce a pensar que el tiempo no es algo tan objetivo como una variable (t) en una formula, sino algo sujeto a las circunstancias de cada individuo.   

Como vemos, la pregunta de ¿Qué es el tiempo? puede tener muchas respuestas. Desde la física, que es la ciencia que más se ha ocupado de buscar respuestas, si la concepción newtoniana fue exitosa durante dos siglos, nada nos garantiza que en algún momento en el futuro no surja otra teoría con una respuesta distinta a la explicación relativista vigente actualmente, que nos diga que el tiempo no es absoluto ni relativo sino “imaginario”, como la raíz cuadrada de  – 1, o que es absoluto o relativo dependiendo de variables que en este momento desconocemos. ¿Quién sabe que nos deparan sobre el tiempo las futuras teorías de la física?

Desde el enfoque subjetivo es obvio que cada uno de nosotros puede dar su propia definición del tiempo dependiendo de sus propias vivencias y del estado mental y emocional al momento de responder. Todos sabemos lo diferente que percibimos nuestra realidad si estamos deprimidos o eufóricos, tristes o alegres, ocupados o aburridos. Para mí “el tiempo es el transcurrir de la vida medido con las circunstancias del momento en el que tomamos la medición”.  Y para ti, ¿qué es?

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http://www.filoexactas.exactas.uba.ar/cristian/papers/Tiempo%20en%20f%C3%ADsica%20AM-AS-CL.pdf

https://metode.es/wp-content/uploads/2017/02/92ES-MONO-7-espacio-tiempo-irreversibilidad.pdf

https://atheneadigital.net/article/download/257/257-pdf-es

http://biblio3.url.edu.gt/Libros/Zubiri/tiempo.pdf

https://es.wikipedia.org/wiki/Leyes_de_Newton

https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_la_relatividad

https://hermandadblanca.org/creando-tu-propia-linea-del-tiempo-un-mensaje-del-consejo-arcturiano/

https://hermandadblanca.org/percepcion-del-tiempo-el-papel-fundamental-del-tiempo-en-nuestra-experiencia-de-vida/

https://hermandadblanca.org/reflexiones-vivir-en-el-presente/