Sarasvati, la diosa adorada por todos
En el panteón hindú, la diosa Sarasvati tiene un lugar privilegiado. Es una de las tres grandes diosas, junto a Lakshmi y a Parvati. Se dice de ella que es venerada por todos los dioses, pero también por el género humano, y su culto y adoración rompe la rueda del samsara y ayuda a alcanzar la mokhsa o la liberación del ciclo de la reencarnación.
Cómo es Sarasvati
La diosa de la sabiduría, de la palabra y del aprendizaje, de las artes y el conocimiento, es representada como una joven mujer, hermosa, de piel clara, sencilla y de cuatro brazos, y a veces sólo dos. No tiene muchos adornos (quizá para dar a entender que lo importante no es lo externo sino lo interno) y algunas veces se asocia al color amarillo, aunque casi siempre está vestida de blanco.
Su nombre significa en sánscrito antiguo “la que fluye”, aludiendo a las aguas pero también al conocimiento que va de una persona a otra. Sus cuatro brazos sugieren cuatro aspectos importantes del género humano: el intelecto, la mente, el ego y la vigilia.
Textos sagrados donde la nombran
Religión védica
Esta religión es históricamente anterior al hinduismo, y los Vedas podrían considerarse como los cuatro textos sánscritos antiguos donde se recopilan los basamentos de este antiquísimo culto. Los cuatro textos son el Rigveda, que es el “Veda de los himnos” y es el texto más antiguo de la literatura india.
Sus 1.028 himnos están dedicados a muchos dioses.
Otro de los Vedas es el Samaveda, “Veda cantable”, y contiene una gran mayoría de los himnos del Rigveda (un 96%) pero en otro orden. El siguiente es el Yajurveda, o “Veda del sacrificio”, que es un tercio de los himnos del Rigveda, y el último es el Atharvaveda, o “Veda de Atharvan el sabio”, que consiste en himnos para neutralizar maleficios a través de un sacrificio de fuego.
A Sarasvati la nombran en el más antiguo, el Rigveda, a mediados del II milenio a.C. Ella era adorada en la religión védica, donde se le atribuye la aniquilación del demonio Vritrasura, que representaba la sequía, el caos y la oscuridad.
Sarasvati, “la que fluye”, está relacionada con el río Sárasuati, y probablemente en los inicios de su aparición fuese una diosa asociada a lo fluvial.
En el hinduismo
Los Puranas
Son los textos de donde surgió la religión hinduista, y allí se convirtió en la diosa de las artes y del aprendizaje, pero también del perdón y de los pensamientos verdaderos. Algunas veces se confunde con las diosas Vach, que es la personificación de la voz, y con Gáiatri, que es uno de los mantras más sagrados del hinduismo y lo recitan los sacerdotes brahmanes al amanecer y al atardecer.
El Vedanta
El Vedanta es una escuela filosófica del hinduismo, y en ésta se ve a Sarasvati como energía femenina. Como en los Vedas, es diosa del conocimiento, de la elocuencia y de las artes, especialmente la poesía y la música.
Los que siguen esta filosofía aseguran que a través del conocimiento es como se puede alcanzar la liberación espiritual (moksha). Por eso adoran a Sarasvati, y le rinden culto.
Adorada por todos
Tanto en el Majábharata, texto épico y mitológico indio, como en el Bhágavata-purana, se dice que Sarasvati es la esposa de Brahma, pero también su hija porque él la creó. Y era tan hermosa que a Brahma le surgieron cuatro caras para poder verla desde cualquier lado.
A veces la confunden con Parvati, e incluso con Lakshmi, y se cuenta que el dios Visnú, que tenía varias esposas, se la “cede” a Brahma.
Sin embargo es tan hermosa, tan notable y tan importante que en el “Elogio a Sarasvati” dicen de ella que es la única diosa adorada por los grandes dioses hinduistas, Brahma, Visnú y Shiva, pero también por los dioses menores o devas, por los demonios, o asuras, por los músicos celestiales, o gandharvas, y por los seres inferiores con forma de serpiente, o nagas.
Representaciones de Sarasvati
Suele verse sentada sobre un loto, vestida de blanco, que es el color de la pureza. En sus manos sostiene un libro, un mālā o rosario, que es el poder de la meditación, un cuenco con agua sagrada que simboliza la purificación de los pecados a través del conocimiento, y una vīna, un instrumento musical parecido a la cítara, que señala su perfección en todas las artes.
Pueden representarla al lado de un río, porque fue una diosa del agua, y al lado de un pavo real para indicar que la arrogancia es efímera, así como la apariencia externa.
Fiestas y rituales para la adoración de la diosa
Uno de los festivales religiosos más importantes del sur de la India es el Sarasvati puyá, donde se adora a la diosa durante nueve noches seguidas. Los tres últimos días de esos nueve empiezan en Mahalaya Amavasya, que es el día de la luna nueva del mes hindú Bhadrapada (más o menos va de agosto a septiembre), y se dedican completamente a Sarasvati.
El último día, en una ceremonia solemne, se guardan todos los libros y los instrumentos musicales cerca del altar de los dioses, con cantos especiales. Ese día es absolutamente sagrado y nadie debe estudiar ni leer ni tener ninguna manifestación artística, porque la diosa está bendiciendo el arte.
El décimo día concluye este ritual y otra vez Sarasvati es objeto de adoración antes de retirar los libros y los instrumentos. Ese día sí se estudia, y se llama Vidya-ārambham, que significa “comienzo del conocimiento”.
Otros festivales, como el que transcurre durante Vasanta Panchami –entre finales de enero y principios de febrero–, artistas, científicos, médicos, músicos y abogados hacen oraciones y sacrificios con fuego, alimentos e inciensos.
Y en primavera, durante otro festival asociado a ella, las flores de mostaza florecen y por eso el amarillo es otro de sus colores.
Sarasvati y otras culturas
En el budismo, llegó a China a través de algunas traducciones al chino del Sutra de la Luz Dorada, pero hoy en día prácticamente no existe.
Fue asimilada como la esposa de Manjushri en el budismo tántrico tibetano, y en Japón la adoran como la diosa budista Benzaiten. Los budistas birmanos, por otro lado, le rezan antes de realizar los exámenes escolares.
Y hay quienes incluso equiparan la pareja de Abraham y Sara, en la tradición judeocristiana, con la de Brahma y Sarasvati.
Sarasvati, la diosa del conocimiento, de las artes, del perdón, de los pensamientos verdaderos, de la poesía y la música, es una huella antigua del amor humano hacia lo hermoso y lo puro, que ha trascendido culturas, religiones y geografías.
Sus símbolos guían el camino de quienes creen que a través de la verdad, del conocimiento, de la iluminación, se logra la liberación del espíritu y se quiebra el eterno ciclo de las reencarnaciones.
La iluminación, sin duda, se logra mediante la autoobservación y el autoconocimiento, y también a través del camino del equilibrio del que nos hablaba Buda. Conocer, no juzgar, comprender. Perdonar. Cultivar el intelecto, abandonar la ignorancia. Dar importancia a lo que se tiene por dentro en lugar de lo que se posee.
Es hermoso que una diosa personifique todo esto, desde tiempos tan remotos.
Autora: Maite Ayala, redactora en hermandadblanca.org
Fuentes:
https://www.wemystic.com/es/sarasvati-diosa-sabiduria/,
https://sobreindia.com/2014/09/08/sarasvati-diosa-del-conocimiento/,