Conocimiento superior (4) no perder el camino
Conocimiento superior (4) no perder el camino
Introducción
Después de presentar los ejercicios iniciales para adquirir el conocimiento de los mundos superiores, Rudolf Steiner nos guía para dar algunos pasos más.
La repetición de los ejercicios además de darnos fortaleza, nos van a llevar a un punto en el que comenzamos a ver los primeros resultados. Algunos se quedan allí, porque piensan que ya han avanzado suficiente, otros consideran que están entrando un mundo de fantasía ya que su cerebro no tiene una interpretación adecuada de esta nueva situación.
Steiner nos anima a avanzar y a no perder el camino. Falta mucho para alcanzar el conocimiento superior, pero el triunfo es de los constantes.
Conocimiento superior: no perder el camino
El camino del conocimiento
Steiner nos explica lo importante que es mantenerse en el camino. La sensación de no estar avanzando es frecuente. La razón para no ver las consecuencias de nuestro trabajo espiritual es que esperamos verlas en el plano físico, pero este no es el sitio en que se expresan.
Lo que está ocurriendo es que se están formando los órganos de los sentidos superiores, pero aún no han alcanzado el desarrollo suficiente para ser evidentes. Por esto, Steiner señala que hay que ser constantes. Este es un trabajo que exige dedicación. Incluso afirma que una persona que ya lo ha logrado sí ve el avance de quien se está preparando.
Así que para no perder el camino hace falta la valentía de continuar y una motivación muy sólida. Ambas son necesarias, debido a que al principio no se van a ver indicios del avance. Aquí está la verdadera prueba.
El conocimiento exige trabajo
La mayoría se desanima, no pueden creer que los ejercicios sean aparentemente tan sencillos y que lo único que haga falta sea el trabajo con los propios pensamientos y sentimientos.
La mayoría considera que para lograr ese avance es necesario algún proceso misterioso e incluso consideran que se deben llevar las emociones a grados de exaltación muy elevados. No se dan cuenta que esto último es perder el camino a lo espiritual y acercarse peligrosamente a la locura.
Sin embargo, nos explica Steiner, en la misma medida en que se realizan los ejercicios vamos a sentir confianza interna. Incluso vamos a sentir felicidad al descubrir que la fuente del desarrollo es el trabajo con los propios pensamientos y la transformación de las propias emociones en sentimientos elevados.
Conocimiento y cambio de percepción
El problema de no haberlo visto antes es que consideramos que lo único real es nuestro cuerpo físico. Habíamos considerado que las emociones y los pensamientos son solo consecuencia de nuestro cuerpo físico y no realidades en sí mismas. A partir de ahora la percepción de nosotros mismos cambia. Comprendemos que tenemos otros mundos y que los pensamientos y las emociones son materiales con los que vamos a trabajar.
Los primeros ejercicios consisten en comprender nuestras emociones y pensamientos con respecto a objetos físicos. Comenzamos trabajando con piedras, plantas, animales y otros seres humanos. Ya señalamos en artículos anteriores que un ejercicio es el de distinguir los sonidos de acuerdo a su fuente.
Esto ya sería un ejercicio muy importante desde el punto de vista de las ciencias físicas, biológicas, psicológicas y sociológicas. Sin embargo, lo que le da a estas prácticas un carácter novedoso es que el verdadero objeto de estudio somos nosotros.
Comenzamos trabajando con piedras, plantas, animales y otros seres humanos. Ya señalamos en artículos anteriores que un ejercicio es el de distinguir los sonidos de acuerdo a su fuente.
Lo que vamos a estudiar es como resonamos emocionalmente ante estos diferentes sonidos. Cuáles imágenes surgen cuando aprendemos a discernir un tipo de sonido de otro.
Conocimiento por la imagiunación
Para ejemplificar esto, Steiner propone pensar en dos semillas idénticas una artificial (de plástico) y la otra real. Una vez que las hayamos imaginado comenzar a reflexionar en las potencialidades de cada una. Steiner presenta la meditación en los siguientes términos:
Lo que ahora me represento imaginativamente, las fuerzas de la tierra y de la luz lo harán realmente nacer de esta semilla. Si tuviera ante mí un objeto artificial que imitara tan perfectamente esta semilla que mis ojos no pudieran distinguirlo de una verdadera semilla, ninguna fuerza del suelo ni de la luz serpia capaz de engendrar de él una planta. (Steiner, 1988)
Es conveniente recordar que el ejercicio es mental y emocional. No es de carácter químico, ni físico ni biológico. Es evidente que un biólogo reconocerá la diferencia, sin embargo, lo que se está trabando no es el objeto, no es la semilla artificial y la semilla real. Estamos trabajando con lo que surge en quien realiza la comparación. Estamos trabajando con los pensamientos y las emociones o sentimientos.
Por esta razón, no es necesario tener una semilla artificial y otra real de manera física. Con imaginarlas es suficiente. Lo realmente importante es que sin nuestra capacidad de pensar y de sentir emociones, no podríamos realizar estas prácticas.
Conocimiento y sensibilidad
Lo que importa aquí es relacionar nuestros pensamientos con las emociones o sentimientos. Ya hemos indicado antes que con emociones nos referimos a fuerzas sobre las que no tenemos control y con sentimientos a esas emociones que han sido elevadas a un nivel espiritual. Así al odio lo consideramos una emoción y al altruismo lo consideramos un sentimiento.
Es posible que al principio no logremos relacionar el pensamiento con algún sentimiento definido. Sin embargo con la repetición de este ejercicio va a llegar un momento en que descubramos que sí hay una relación entre ambos.
Repetir constantemente
Steiner nos explica que el ejercicio de comparar una semilla real con una imaginaria que siendo artificial nos pareciese idéntica tiene una finalidad. La consecuencia de repetir este ejercicio es que va a llegar un momento en que nuestra percepción se va a modificar.
La semilla real va a ser percibida diferente. Se habrá creado una nueva facultad de percepción. Se comenzarán a percibir llamas o nubecillas alrededor de los cuerpos. La semilla real se verá envuelta en una llama. Se comprenderá que la vida se presenta como una llama.
Primer indicio sensorial
En algunos casos quienes han seguido estos ejercicios y llegado a ver estas llamas, lo catalogan como una fantasía y dejan de hacer los ejercicios. En realidad esta es una indicación de que se están conformando los nuevos sentidos. Otro error es darles a estas llamas una interpretación mayor de la que tienen. Eso no muestra ningún poder especial, solo que estamos al comienzo de un nuevo desarrollo.
Aprender a callar
Un aspecto importante sobre esta visión de llamas o nubecillas es la de comentarlo solo con el guía si se tiene. El aprender a callar es una sugerencia que siempre vamos a encontrar en los libros sobre el conocimiento espiritual. El deseo de hablar corresponde a una emoción y por lo tanto es un derroche de energía. Además es muy posible que los oyentes contesten con burla o con una aceptación con la que se trata a los chiflados. La burla hace mucho daño.
De la misma manera en que no debemos burlarnos de los demás, tampoco debemos exponernos a la burla. Aprender a callar es una muestra del respeto que nos tenemos a nosotros mismos.
Steiner dice que hay que aprender a callar incluso ante nosotros mismos. Nuestro intelecto está preparado para interpretar solo lo que le ofrecen los sentidos físicos. El ciego que acaba de obtener la vista no puede interpretar de manera correcta lo que ve. Su cerebro no está preparado para interpretar las distancias, ni la perspectiva.
Cuando adquirimos un nuevo sentido, incluso si es espiritual, nuestro cerebro necesita tiempo para aprender a reconocerlo e interpretarlo. Los patrones que tiene el cerebro no son aplicables al nuevo sentido.
Cuando adquirimos un nuevo sentido, incluso si es espiritual, nuestro cerebro necesita tiempo para aprender a reconocerlo e interpretarlo. Los patrones que tiene el cerebro no son aplicables al nuevo sentido.
Evitar la crítica y el miedo
Este desarrollo de los sentidos espirituales tiene que estar vinculado a un aumento en el respeto a los demás. No debemos permitirnos pensar mal de otro,
En este proceso para la iniciación, Steiner nos insiste en que hay que aprender a afrontar las situaciones de la vida con valentía. En situaciones de peligro no se puede sentir miedo. En esas situaciones debe decirse:
«El miedo no me sirve para nada. No debo sentirlo y solo me concentro en lo que debo hacer” Hay que responder con firmeza.
Otro aspecto relacionado con el anterior, es el de decir la verdad. Decir la verdad exige coraje, el mismo que es necesario para el desarrollo espiritual. Por esta razón decir la verdad es una muestra de que estamos desarrollando nuestro carácter.
Todos estos ejercicios crean una personalidad que no se deja vencer. Así como el cuerpo físico necesita músculos y nervios fuerte, de igual manera el alma necesita del valor. El desarrollo espiritual nos va a mostrar peligros a los que siempre estuvimos expuestos, pero sin conocerlos. Ahora vamos a estar conscientes de ellos y necesitamos valor.
El descubrir las fuerzas destructivas que siempre han estado presentes, exige valor. Si el vidente ha malgastado sus fuerzas puede fracasar en su intento de dirigirlas. Si ha guardado sus energías, ahora las tendrá en exceso y por lo tanto nada lo hará retroceder.
Los motivos que antes lo guiaban en la acción, van a cambiar. Antes los motivos eran casi todos emocionales, ahora son los sentimientos nobles. A partir de ahora cuando quiera algo el mismo va a desarrollar los motivos que le van a asegurar el éxito.
Los motivos no lo van a controlar, el o ella los va a estructurar. A partir de ahora ningún fracaso lo va a deprimir. Desde ahora, verá todo fracaso como un regreso para comenzar con mayor brío.
Esta segunda etapa es una extensión de la primera, la diferencia está principalmente en que ahora se comienzan a ver los resultados. Estos resultados se expresan en “ver llamas”. Sin embargo, todavía el cerebro no ha aprendido a interpretar estos nuevos datos. Lo más importante es que siempre hay que desarrollar sentimientos nobles y valentía.
En resumen
Hay muchas razones por las que se busca el conocimiento superior. Muchas de esas razones son equivocadas y pueden se caminos falsos.
Aprender a encontrar el camino exige buscar el desarrollo del carácter y alcanzar el desarrollo de la sensibilidad.
Steiner presenta ejercicios para aprender a conocernos. Con estos ejercicios le prestamos atención a nuestros pensamientos y desarrollamos nuestras emociones para convertirlas en sensibilidad.
En este avance vamos a lograr los primeros indicios del avance espiritual. Vamos a tener las primeras pruebas de que es posible desarrollar sentidos para el desarrollo espiritual. Cada avance exige de nosotros coraje para mantenernos en el camino.
Nuestras emociones tratarán de sacarnos y de reforzar todos los temores, egoísmos y avaricia. Estas emociones nos van a decir que ya llegamos. Sin embargo, nuestra atención debe ayudar a regresar al camino y desarrollar nuestros valores éticos. No hemos llegado, pero podemos seguir avanzando
Referencias
Rudolf Steiner (1988) ¿Cómo se adquiere el conocimiento de los mundos superiores? Dedalo. Chile. Versión en inglés
Rudolf Steiner Dominio del pensamiento
José Contreras redactor y traductor en la gran familia de hermandadblanca.org
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