SANDMAN: el sueño de la eternidad
Sandman es la personificación antropomórfica de los sueños mismos. Es conocido por una amplia variedad de nombres, encabezados por Morfeo, pero también Oniros, el Formador, el Príncipe de las Historias. Sandman es una serie web de drama estadounidense, una adaptación de la serie de historietas homónima, creada por Neil Gaiman y publicada por DC Comics. Se estrenó en Netflix el 5 de agosto de 2022.
La personalidad fría, a veces cruel, de Sueño en las historias que transcurren en el pasado, va evolucionando hasta las historias en la actualidad, donde tras los años de aprisionamiento tiene la oportunidad de replantear sus errores. Un tema importante dentro de la serie es el de la responsabilidad y sus consecuencias; el contraste entre los deberes que Sueño se impone a sí mismo, y la renuncia a la obligación que Destrucción elige. Gaiman resumió el argumento de la serie como «El rey de los sueños aprende que uno debe cambiar o morir y tomar su decisión».
Toda la imaginería de los sueños está sustentada en el inconsciente colectivo de la humanidad. Cada elemento o imagen que brota del inconsciente representa un arquetipo: una imagen alquímica respaldada por el colectivo, que refleja el proceso de disolución. Durante el sueño esas imágenes son conexiones neurológicas que estimulan todo el cuerpo a través de las hormonas secretadas por las glándulas endocrinas.
El Arenero y sus sombras.
El Arenero es el sobrenombre que da título a la serie, originado en la leyenda celta acerca de un duende que arrojaba arena a los ojos de los durmientes permitiéndoles así el sueño. Y es que todas las conductas que empiezan con «R» como resentimiento, rabia, reproche, rencor, rechazo, resistencia, represión; generan cortisol, una hormona del estrés cuya presencia prolongada en la sangre, es letal para las células arteriales ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cardio-cerebro-vasculares. El cortisol genera actitudes que empiezan con «D«: depresión, desánimo, desesperación, desolación. La decepción está es una aliada del deseo.
Como la arena sabe reflejar al sol, el cuerpo refleja en el alma en su búsqueda de amor. Cual ciudad repleta de Castillos de Arena, el reino está poblado de criaturas fantásticas, tales como monstruos mitológicos, muñecos, pesadillas, o animales parlantes. Su centro es el Castillo de Sueño, donde se encuentra la residencia de Morfeo y la Biblioteca, repleta de libros pensados y nunca llevados a cabo, así como también tomos fantásticos y de ocultismo. Y es que la reminiscencia es clave en el reino de los sueños, para evocar aquello que amamos.
Los paisajes habituales son los Fiordos, islas de ensueño privadas en los márgenes del Reino, las casas de Caín y Abel, vecinas entre sí, la cueva de Eva, y los campos de la lujuria. En cuanto a la arquitectura, se pueden encontrar las gárgolas, figuras de animales reales, de humanos y de monstruos fantásticos o mitológicos, algunos con características antropomorfas. Entre los animales, están representados con leones y perros, pero también machos cabríos y águilas. Entre los seres fantásticos, grifos, harpías, demonios, dragones, sirenas y otros surgidos de la imaginación del artista que sueña.
Se dice que los nombres de gárgolas han de empezar por la letra «G» como Gregorio. Recuérdese que fue Gregorio Magno quien desarrolló la doctrina del purgatorio en 593, a poco tiempo de asumir la cátedra de San Pedro, pues hasta el siglo VII reinaba la creencia de que los difuntos estaban reducidos a una situación de sombras y permanecían en un lugar de tránsito a la espera del juicio final y definitivo.
Oriente y Occidente presentan una teoría sobre los sueños que constituye un cuadro completo de la vida de deseos de la raza. Esta vida de deseos abarca toda la gama, desde las ideas indecentes y la bestialidad inmunda que a veces extraen los sicólogos de sus pacientes (revelando una vida de deseos y una conciencia astral de orden muy inferior), hasta los proyectos idealistas y los bien concebidos paraísos y órdenes cósmicos que corresponden a las clases superiores de aspirantes. Sin embargo, todos ellos tienen cabida dentro del reino de los Sueños.
Dichos sueños podrán contener en sí mismos antiguas ilusiones y espejismos astrales muy fuertes y poderosos, debido a su antiguo origen y al deseo racial, o de lo contrario personificar la respuesta sensible de la humanidad evolucionada a los sistemas y regímenes de vida que aguardan en la zona periférica de la manifestación, esperando la futura precipitación y expresión.
Los sueños relacionados con la frustración sexual y los ideales no realizados indican la existencia de un anhelo muy poderoso para satisfacer el egoísmo, o para mejorar y lograr el bienestar del grupo. Las principales causas que producen una angustiosa vida de sueños, consiste, en todos los casos, en la frustración o en la incapacidad que tiene el alma para imponer sus deseos o designios sobre su instrumento, el ser humano. Estas frustraciones se agrupan en tres categorías:
- Frustración sexual. Este tipo de frustración conduce, en muchos casos, a darle excesiva importancia al sexo y a una incontrolada imaginación sexual, a celos sexuales, pocas veces reconocidos, o a un escaso desarrollo físico.
- Ambición frustrada. Esto produce la retención de los recursos de la vida, una constante angustia interna, despierta la envidia, el odio, la amargura y la intensa antipatía por los que triunfan, y es causa de múltiples anomalías.
- Amor frustrado. Podrá haber una plena satisfacción sexual o una completa liberación de su aferramiento y, sin embargo, el amor magnético externo del sujeto sólo hallará frustración y falta de respuesta.
Donde haya estos tres tipos de frustración existirá, frecuentemente, una vida de sueños vívida y malsana, impedimentos físicos de diversa índole e infelicidad cada vez más profunda. La presencia inconsciente del miedo continúa alimentando la creencia de que hay una separación con el mundo que nos rodea. En el ancho de banda de frecuencia de las sombras vegetamos en los patrones del sufrimiento. La secuencia de atracción nos permite despertar para abrazar una de las seis heridas humanas esenciales: represión, negación, vergüenza, rechazo, culpa y aislamiento.
Obsesión: Provocada por el miedo inconsciente a perder la identidad. Todos los viajes interiores comienzan por la obsesión y pueden llegar a convertirse en un laberinto sin fin. Arquetipo 10.
Oscuridad: Un campo de minas de sueños perdidos, de comportamientos escapistas, de rechazo, culpa y represión. Es el campo de los secretos propio del hemisferio derecho del cerebro. De ahí que Caín y Abel, se presenten como arquetipos propios de los misterios y los secretos, hemisferios izquierdo y derecho, la víctima y el victimario. Arquetipo 11.
Opinión: Programada para buscar defectos en el mundo exterior, en la sociedad, en las personas, incluso en uno mismo. Mantiene el pensamiento humano a un nivel dualista y lo hace poniendo todo el énfasis en la polaridad masculina propia del hemisferio izquierdo. Arquetipo 17.
Olvido: Son los recuerdos los que nos mantienen en tal estado, y el mayor reto en la vida consiste en advertir la propia ilusión y, por lo tanto, escabullirnos de la propia red. Arquetipo 33.
Opresión: Se origina en la memoria genética que portamos en nuestra sangre, temores que se convierten en grandes escollos de nuestra vida, a no ser que los encaremos directamente. El demonio que aparece en la carta 15 del tarot, es nuestro miedo manifestado en el mundo. Arquetipo 47
Opacado: Ver opaco es permanecer en un estado de duda. La duda nace al perder contacto con la capacidad imaginativa. En el nivel de la sombra no hay más que verdad y la verdad es cada paso del camino. Arquetipo 63.
Obnubilado: En estado de confusión, el ser humano se encuentra sin orden ni estructura, pero en un estado vibrante de potencialidad pura. La imaginación surge de la nube de cosas cognoscibles, pero sólo si se abraza la confusión sin intención de cambiarla. Arquetipo 64.
La Eternidad y sus hijos
Sueño pertenece a una familia conocida como los Eternos formada por siete hermanos; siendo cada uno la representación antropomórfica del arquetipo. Ellos son, de mayor a menor: Destino, Muerte, Sueño, Destrucción, Deseo y Desespero (quienes resultan gemelos), y Delirio (antes Delicia). Palabras originadas en el idioma inglés, en la que todos estos nombres comienzan con la letra D.
Destino: El mayor de los Eternos, es la representación de todo lo que es, lo que fue y lo que será. Suele verse como un monje antiguo cargando un libro encadenado a su brazo. Nunca se le ve el rostro. Su signo es el libro que porta.
Desolación: La segunda de los Siete, representa la muerte y el paso al más allá. Se supone que será la última en abandonar el universo, siendo la encargada de llevar lo último a través de las puertas. Viste como una chica gótica y generalmente tiene muy buen humor. Su signo es un Ankh.
Dormito: La encarnación del Sueño, vive en su reino mutable lleno de criaturas independientes de él mismo. Se ve como un hombre alto, delgado y pálido con ojos oscuros pero con puntos luminosos en su centro. Es el protagonista de la serie y el tercero de los hermanos. Su signo es su yelmo, construido con la calavera y la espina dorsal de un antiguo dios que quiso usurpar su reino.
Destrucción: La representación del cambio, y de la destrucción necesaria para la creación y la vida. Suyo es el reino de la realidad física y de la lógica, así como el precursor de Muerte. Abandonó su reino hace trescientos años, provocando un gran disturbio entre los Eternos. Aparece como un hombre grande y pelirrojo, a veces con barba, y generalmente muy bien armado cuando ejercía su función. Luego suele aparecer como un errabundo pelirrojo de pelo largo. Su signo es la espada.
Deseo: Deseo es la encarnación de todo lo que se desea, desde el amor y la lujuria hasta el alimento. En la historieta, es un andrógino atractivo y delgado, con ojos leonados. Es un personaje peligroso, gemelo de Desespero, y enemistado con Morfeo desde que Deseo incitara la pasión entre Killala y la Luz de Oa, su sol. Su signo es un corazón.
Desespero: Desespero es la hermana melliza de Deseo, reina de su propio territorio hecho de espejos. Es la encarnación de la desesperación y la angustia, lo que queda cuando el deseo pasa o no es alcanzado. Desespero se ve como una mujer muy gorda, desnuda y con dientes afilados de color blanco. Su signo es un anzuelo, que suele clavarse en sí misma para dejar correr la sangre.
Delirio: La menor de los eternos, antiguamente fue Delicia. Es la encarnación de la locura y la falta de sentido. Ha sufrido mucho (aunque nunca se explicita por qué) y cambió hacia la locura. Se supone que sabe muchas cosas, más incluso que Destino, pero el precio que paga es la locura. Su aspecto es el de una niña o adolescente con el cabello mal cortado, con heterocromía (un ojo azul y el otro verde).
Mientras que los Eternos de DC son siete, los Eternos de Marvel son doce.
El Sueño y sus creaciones
La melatonina es el reguladora del ciclo diario del sueño, su liberación es un proceso de fototransducción que se estimula en la oscuridad. La melatonina se sintetiza a partir del neurotransmisor serotonina. Se produce, principalmente, en la glándula pineal, y participa en una gran variedad de procesos celulares, neuroendocrinos y neurofisiológicos, como controlar el ciclo diario del sueño. Los déficits de melatonina, así como su superávit en forma de suplemento pueden ir acompañados de insomnio y depresión y podrían provocar una paulatina aceleración del envejecimiento.
En el transcurso del tiempo, los sueños de las mentes más inteligentes han sido cada vez más de naturaleza futurista e idealista, y a medida que surgen a la superficie, son recordados y registrados, y comenzaron a controlar en tal forma el cerebro del ser humano que el énfasis puesto por el anglosajón en la alegría y el goce, oportunamente llegó a convertirse en la descripción de la generalidad de los sueños. Aquí tenemos el origen de las utopías, las fantasías y las presentaciones idealistas de la belleza y la alegría futuras que caracterizan la vida mental del ser humano evolucionado, las cuales han sido expresión de las esperanzas (aún no cumplidas) expuestas en La República de Platón, en El Paraíso Recuperado de Milton y en las mejores producciones utópicas, idealistas y creadoras de los poetas y escritores occidentales.
La visión del cielo, de Dios, del Cristo, de cualquier guía espiritual o de cualquier milenio, en la mayoría de los casos se funda en la existencia de los sueños y aspiraciones de los místicos, los cuales, durante el transcurso de las épocas, han abierto un camino místico, han usado la misma terminología y han empleado los mismos símbolos para expresar lo que sienten, aspiran y anhelan fervientemente.
Todos los místicos sienten la misma realidad que se halla detrás del espejismo de la aspiración mundial. Todos revisten sus deseos y anhelos con las mismas formas simbólicas -el matrimonio con el Amado, vivir en la Ciudad Santa, participar de la misma visión estática de Dios, adorar la misma Individualidad deificada y amada, como el Cristo, el Buddha, Shri Krishna, caminar junto a Dios en el jardín de la vida, el jardín del Señor, alcanzar la cima de la montaña donde se encuentra Dios y todo es revelado.
El pensamiento, como evento energético, transcurre en una realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción. Las conductas que empiezan con «S» como sabor, sexo, serenidad, silencio, sabiduría, sueño, sonrisa, sociabilidad, son generadoras de serotonina, una hormona que produce tranquilidad, mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda la velocidad del envejecimiento celular. La serotonina genera actitudes que empiezan con «A«: ánimo, aprecio, amor, amistad, acercamiento. Veamos algunos arquetipos que otorgan poder.
Sinastría: compatibilidad astral que hay entre una o varias personas, basándose en sus cartas de nacimiento. Lo femenino porta la visión de síntesis y lo masculino la construye. Arquetipo 37.
Sintropía: Principio universal a través del cual la inteligencia colectiva se transforma a sí misma físicamente hasta convertirse en una sinarquía. Toda la energía del universo está intrínsecamente ordenada, incluso la más caótica. Arquetipo 44.
Sinergia: Necesidad del fortalecimiento tanto del individuo como del grupo, lo que desencadena que funcionemos en frecuencias más elevadas que las del modelo jerárquico. Arquetipo 45.
Suerte: El deleite es la comprensión inherente de que no hay nada que importe excepto la vida y el amor, pero vemos cómo la Delicia se dejó absorber por la sombra del Delirio. La suerte es lo que sucede cuando uno deja de intervenir en la vida. Es el modo natural de ver que estamos en armonía con el todo. Arquetipo 46.
Sabiduría: un aspecto de la totalidad que funciona espontánea e inocentemente. Se dice que la madre de la sabiduría es la Soledad y es que en tal estado es que la rosa del alma florece. En la soledad puede hablar el yo divino; en la soledad las facultades y la gracia del yo superior pueden arraigarse y florecer en la personalidad. En la soledad se oye el sonido. Arquetipo 48.
Silencio: Estado natural de base de todos los seres conscientes, y sólo puede acontecer cuando el pensamiento cesa por completo. Arquetipo 24 que conecta con el 61.
Santidad: Sentirse Uno con lo divino, para ello hay que contemplar a otro que ya haya alcanzado su verdad interior. Arquetipo 61.
Un estudio sobre la vida de los santos y los místicos revela muchas de sus dificultades e incluso los casos relativamente raros donde se presta un servicio definido a la humanidad, cuyos móviles consisten frecuentemente en satisfacer un requisito u obligación, que sirva al místico y le otorgue una recompensa y satisfacción emocionales. La Desvitalización, la Desilusión, el Delirio y el Desapego son problemas derivados de la visión mística.